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El poder de la palabra

Es bíblica la consigna del poder de la palabra, Dios nos brinda su amor y sabiduría a través de ella, desde que el hombre aprendió a comunicarse por medio de su voz, comenzaron loscambios progresistas en la humanidad. El don de la palabra, además de ser un regalo de Divino y contribuir en las grandes trasformaciones del mundo, lastimosamente también ha servido para que el malla use como máquina de gestas maquiavélicas, aplicándola como herramienta maléfica, causa daños irreversibles: desinforma, destruye, cuando se usa a manera de chisme solo busca: injuriar, calumniar, es un arma poderosa que acaba desde matrimonios hasta imperios.

Una de las anécdotas que más recuerdo de mi época universitaria, fue un singular ejercicio lúdico y socio-cultural, realizado por mis profesores de Expresión Oral: Fernando Lope de Vega y Antropología: Antonio Logreira, quienes bajo la supervisión y en común acuerdo con la decanatura, se encargaron de crear una falsa situación sobre algunos cambios negativos en el claustro, los cuales posteriormente lo comentaron en sus cátedras ante sus alumnos, con la intención de ver en cuanto tiempo, dicha noticia se divulgaba totalmente entre el alumnado y todo el personal administrativo, si mal no recuerdo en menos de 48 horas, todo el gremio universitario e incluso los vecinos del sector, ya estaban enterados de dicha situación, en ese momento y antes de que la falsa noticia cruzara el punto de no retorno y se les saliera de las manos, nos explicaron de que se trataba todo, aclarándonos él porque del experimento: Una enseñanza dirigida directamente a los estudiantes de último año de periodismo, explicándonos literal y directamente el poder del uso de la palabra, sus implicaciones y la responsabilidad ética que debíamos tener los comunicadores con su uso.

Estaba recordando una anécdota que narra Diomedes Díaz en una de sus canciones, en donde habla de un profeta que enseño a comer carne a sus caballos para alimentarlos mejor y un día que no les pudo dar, se lo comieron a él, tratando de ahondar en el tema, he buscado en la Biblia y no encuentro nada referente a ese hecho, consulté a varias personas que la conocen profundamente y nadie sabía tampoco, este es un claro ejemplo de que no todo lo que a uno le cuentan o las cosas en que uno cree; son ciertas.

Mi prima Amalia Saade Ospina, también me narró una interesante historia sobre un rumor que se extendió en un pueblo, un día cualquiera alguien comenzó a murmurar que algo malo iba a pasar, el rumor se divulgó tanto y con tal fuerza, que mucha gente tomó la decisión de marcharse del pueblo, incluso algunos prefirieron quemar sus casas con tal de no dejarlas a merced de los invasores, la influencia del chisme fue tal, que en efecto si ocurrió un grave suceso en la población, pues un voraz incendio lo consumió y les tocó a todos abandonarlo, huyendo hacia un destino incierto.

En nuestro país está ocurriendo algo muy similar en torno a las campañas políticas, las cuales han iniciado una guerra sucia basada en calumnias y desinformación, buscando beneficios perjudicando al prójimo, a costa de su propio pueblo, al cualobligan a ser testigo de este deprimente espectáculo mediático, haciéndolo cómplice, pues muchos copartidarios creen ciegamente en sus líderes. ¿Acaso es ese el ejemplo que le debemos dar a nuestros hijos? Aprendamos a hablar con la verdad en nuestras manos, respetando los derechos de nuestros hermanos.

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