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El perfil del candidato. Columna Por Jairo Franco Salas

Por Jairo Franco Salas 

Un diagnóstico general sobre el andamiaje político electoral que se avecina para el Legislativo como para el Ejecutivo, se centran indiscutiblemente  en el deseo ferviente de los Colombianos, de encontrar por fin un elegido o elegidos que cumplan con todos los postulados entorno a sus características profesionales, ética y responsabilidad y compromiso social.

Postulado que sea ajeno a intereses individuales; antes por el contrario que posea una visión colectiva, coherente e incluyente de propiciar un escenario  de transformación radical y cambio sustancial. 

En este proceso de selección, evaluación y escogencia final del candidato a cualquier corporación, se deben tener en la mira principios éticos fundamentales basados en la dignidad, honorabilidad, compromiso social, vocación y visión del individuo con capacidad y liderazgo de gestión.

Intachable e incondicional hoja de vida y otros roles de su variada faceta profesional al servicio de cambios proactivos que articulen la consagración y logros de metas e ideales propuestos.

Hoy más que nunca urge con prioridad despertar de ese atolondramiento que está sumida la sociedad y encausarse por tareas conducentes a robustecer la autoestima, el sentido de pertenencia y lo más importante tener conciencia real de ejecutar acciones que plasmen resultados transformadores, concretos, positivos, que ayuden a reorientar los senderos de esta atrasada, conflictiva y estigmatizada plataforma política que trastabilla.

Cicerón decía que no hay algo que cause más envidia que tener éxito en la política, en esa época, claro; éxito o mejor abrirse paso que se quiere tener hoy a cualquier precio ¿Por qué será?

Platón consideraba la política como el arte de intercambiar ideas entre ciudadanos que conducen al fortalecimiento del pensamiento y ese a su vez a la adopción del saber que da el conocimiento.

En esos tiempos se destacaban como buenos políticos, pensadores que además de sobresalir, buscaban el interés general despojándose del personal.

Un tema de intensas y extensas discusiones corresponde a la equidad y equilibrio que emanada de la verdadera justicia social, se debe actuar asegurando la transparencia y el compromiso democrático si se tiene en cuenta que muchas veces se dejan los argumentos morales y se piensan en los intereses del mundo.

Los aspirantes a cualquier corporación deben ser grandes impulsores de la transformación social, de la transición de modernización, tener abnegación de defensa al servicio de los demás; deben tener una visión comprometida a enaltecer y dignificar la labor que desarrollen los seres humanos alrededor, ser francos y reconocer referentes con función de decisión y otros criterios sociales con los cuales sean reconocidos. 

Concluyendo ese candidato debe asumir la visión política – administrativa, bajo un manejo con sentido gerencial, limpio de toda contaminación, pujante y con mejores índices de crecimiento, avanzando siempre en el sueño del progreso; enfrentar el futuro sin titubear, dejar el conformismo y ser más protagonista en la plataforma de una campaña exitosa, que trabaje en alianza para sumar fuerzas, lo que le representará votos y le generará fervor popular, el cual se está perdiendo.      

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