La captura o secuestro del Brigadier General Rubén Alzate, el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán con sede en Quibdó y de la abogada Gloria Urrego, una funcionaria de la Dirección de Gestión de Proyectos Estratégicos del Ejército Nacional, por el bloque ‘Iván Ríos’ de las Farc cuando llegaron de paseo al corregimiento Las Mercedes del departamento del Chocó, ha dado mucho que hablar.
El primero que advirtió de este secuestro fue el ex presidente Uribe, quien es el avión fantasma mejor equipado del país, ya que todo lo sabe, antes que el presidente Santos, especialmente en lo concerniente al conflicto armado interno y, obviamente, en todo lo relacionado con el dialogo de La Habana, desde donde pareciera le filtraran información inmediata, esta es la percepción que dejan los twitter del ex presidente de marras.
Uno de los tantos comentarios deja entrever posible romance entre el General y la linda abogada, porque ambos están cursando una maestría en Gestión de Proyectos en una universidad de Costa Rica y al parecer, ni el Ejército Nacional ni el Gobierno están realizando obras en esa zona controlada por la guerrilla, a la cual llega el general Alzate con vestimenta recreativa en compañía de tan agraciada abogada. Pero no se puede descartar que estén detrás de algún proyecto que les haya surgido en el tiempo que llevan estudiando dicha maestría. No hay que ser tan suspicaces.
Sin embargo, el informal paseo del General ha generado interrogantes, sobre todo porque puso en riesgo no sólo la libertad sino la vida de él y de sus acompañantes, al salir de paseo en zona asediada por la guerrilla (no de manera clandestina puesto que se trasladaba en vehículos del ejército) sin la seguridad que requiere su investidura, sobre esto le corresponde dar información detallada a sus superiores, que ya el presidente Santos, públicamente la exigió.
Dudo que este episodio se esclarezca; es decir, no pasará de ser otro más, de los tantos que a menudo ocurren en nuestro país y sobre los cuales nunca se conoce la verdad. En todo caso, considero que la imprudencia, tanto del general Alzate como del comando secuestrador, en vez de perjudicar más bien fortalece y acelera el proceso de paz, siempre y cuando el generalato cómplice de los enemigos de la paz no intenten liberarlo a sangre y fuego tal como quisieron rescatar al ex ministro de Defensa, Gilberto Echeverry, a Guillermo Gaviria, entonces gobernador de Antioquia y a ‘La cacica’ Consuelo Araujo Noguera, por cuyas muertes el Estado ha pagado altas indemnizaciones a sus familiares.