A fines de marzo se esperan las primeras lluvias después del largo verano de inicio de año, sin embargo, por el fenómeno de El Niño las lluvias se harían esperar hasta finales de abril. Algo catastrófico para la reserva.
Parte de la zona alta del río Guatapurí se encuentra dentro de Los Besotes, una reserva ubicada a 10 kilómetros de Valledupar, en jurisdicción de los corregimientos de Los Corazones y Río Seco, y que fue creada hace unos 27 años para salvaguardar las especies consideradas en vía de extinción como el armadillo, el mico maicero, la danta y los monos aulladores, entre otros animales, además de las 285 especies de aves.
Varios sectores de la reserva aún no se recuperan totalmente del verano del año pasado y ya empiezan los estragos de la temporada seca de inicio de año, combinada con el fenómeno de El Niño, que reduce las precipitaciones y que representa el temor de los protectores de la reserva natural.
Como no pasaba en décadas, durante el 2018 los expertos no registraron ninguna creciente en el río Guatapurí, más allá de aguas sucias que incrementaron el nivel del río.
“Es la primera vez en mi vida, y ya tengo un buen número de años, que yo veo transitar un año sin una creciente en el río Guatapurí. Nunca en mi vida lo había visto. El año pasado cogió agua sucia, pero eso no es una creciente”, fueron las palabras de Tomás Darío Gutiérrez, historiador, ambientalista y director de la Casa de la Cultura de Valledupar.
En sus palabras, que no se haya registrado una creciente significa que en la zona de arriba no hubo grandes aguaceros, y si no lo hay, no hay reservas en el colchón de agua que guardan los bosques. “Al extenderse el verano y disminuir el caudal del río Guatapurí al máximo, podríamos tener problemas con el abastecimiento de agua en la ciudad”.
La preocupación es que, normalmente, la temporada de lluvias empieza en marzo, pero con El Niño las primeras lluvias podrían hacerse esperar hasta finales de abril. “Es duro, y está pronosticado como muy duro porque no es seguro que llueva en marzo. Normalmente nuestros veranos empiezan a menguar en marzo, el 22 de marzo. Cuando no llueve en marzo se extiende el verano hasta abril. Hemos visto muchos veranos extenderse hasta abril, hasta el festival. Este año será doblemente duro porque el año pasado llovió muy mal”, explicó Gutiérrez.
El Ecoparque Los Besotes fue designado en 2012 como la Primera Área Importante para la Conservación de las Aves (Aica) de Colombia, por eso es el sitio ambiental más importante que tiene Valledupar y sus alrededores.
Después de que llegue la primera lluvia, sea en marzo o abril, según Gutierrez, lo primero que se ve después del primer aguacero es que los bosques se visten amarillo, de forma total y uniforme. Ese es el puy. En verano crece el cañaguate. No se verá esa flor amarilla sino hasta que empiece a llover.
En la reserva quedan pocos rastros del incendio del 2016 que tardó más de 15 días, que nunca pudo ser controlado ni por el Cuerpo de Bomberos, y que devoró unas 700 hectáreas obligando a muchas especies a emigrar.