I
Pepe dijo en una ocasión:
la muerte es sombra de olvido,
muchos amigos se han ido
de ellos nadie hace mención.
He tomado la decisión,
inspirado en los cronistas,
con mi estilo costumbrista
escribir hechos locales.
Los libros son memorables,
ahí están los míos a la vista.
II
Con silbos de atardecer
sus anécdotas revive
y con sencillez escribe
los sucesos del ayer,
también el acontecer
del reloj de las mañanas
y las hermosas sabanas
que pintan de verde el sol;
y la espiga del girasol
en sus manos se desgrana.
III
Crónicas de la Plaza Mayor
fue su primer testimonio,
con él vence los demonios
que cercan siempre al autor.
Su talante narrador
de rutinas regionales,
de haciendas y de corrales
en andanzas de vaqueros,
y en los pueblos fue carguero
de las fiestas patronales.
IV
La distinción respetable
es su máximo legado,
funcionario apreciado:
en la Alcaldía fue loable,
en el Congreso honorable,
desde la Gobernación
les llevó la educación
a los pueblos del Cesar;
lo vamos a recordar
por esta noble misión.
Por José Atuesta Mindiola