Por: Gonzalo Arzuza
El presidente Santos y todos sus ministros se reunieron esta semana para hacer un análisis de lo que va corrido de mandato, en un momento en que confluyeron paros en varios sectores productivos del país, algunos por más de 8 días. Este “conclave” ministerial tuvo varios objetivos, entre ellos comunicar las realizaciones a la fecha del gobierno, invisible para muchos, pero además el principal, sacar el proceso de paz como protagonista, fue buscar reinstitucionalizar el país y convencernos de que este gobierno tiene una interesante agenda social por realizar.
Lo primero que debió entrar a revisar ese “conclave” es cómo la reforma a las regalías, que según el gobierno central era la panacea, no ha podido ejecutar ni el 20% de estos recursos. ¿Cuánto serán los rendimientos de los dineros provenientes de las regalías congelados en Bogotá? ¿A quién están beneficiando? Habría que ver si estos entran en las arcas del Estado. Pero como el tema es bogotano, no pasa nada, dejar hacer, dejar pasar.
Otro tema que ha debido analizar este “conclave”, del que tanto se ufana el gobierno y en especial el ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo, es el de la reivindicación de la política agraria y de tierras. Parece inexplicable que con tanta reforma bonita, se dejara meter un paro cafetero, que doblegó la posición tozuda del gobierno de no negociar y en cambio terminó dándoles unos subsidios importantes. Igual pasó con el gremio arrocero que ante el abandono estatal ya había organizado su paro con el fin de sentar su voz de protesta y de paso recordarle que si por las vías de hecho se consiguen cosas, ellos no dudarían en recurrir a estas. Mal mensaje del Ministro que a leguas ha sido el de peor desempeño, quien a pesar de ser un conocedor del tema demuestra que es mejor con la teoría que ejecutándola.
Igualmente, este “conclave” tendría que haber analizado el tema de los combustibles, que es risible. En la pasada reforma tributaria nos prometieron bajar su precio y en efecto lo disminuyeron en $200 pesos, pero en lo corrido del año ya subieron más de $300, con el agravante que la última alza se hizo torpemente en el momento en el que se cuajaba el paro camionero, que terminó desatándolo.
El tema de educación está completamente olvidado y con una ministra sin aire. Le hundieron la reforma educativa, la Mesa Amplia Nacional Estudiantil ahogó toda posibilidad. El tema de salud es un desastre, van tres ministros y la salud en Colombia está cada vez más enferma.
El Ministerio del Medio Ambiente está más que complicado, el ministro Uribe no ha sido capaz de resolver el tema de las licencias ambientales y no está trabajando de la mano con el Ministerio de Minas, que además está entregando las riquezas naturales de nuestro país sin dolor.
El Ministerio de las TIC es de los que se salva. En la subasta del espectro radioeléctrico 4G el gobierno espera recibir aproximadamente $400 mil millones. Igual reconocimiento merece el Ministerio de Industria y Comercio. Es innegable la reactivación del turismo en el país.
En general la conclusión del “conclave” ministerial es que se rajan la mayoría. La crisis ministerial debe estallar porque si no el que estallará será el presidente Santos tratando de atajar tanta inconformidad social en el país; porque sus ministros dándole la espalda al país, no ven la realidad social en que vivimos.
NOTA: Si el Gobierno Nacional encabezado por la ANLA no pone atención al tema de la variante de la vía férrea en Bosconia, pronto estaremos viviendo en nuevo paro social; las gentes de esa población están cansadas de sufrir las consecuencias de la contaminación ambiental y auditiva que no los deja ni dormir. Corpocesar por fin se hizo sentir, pero la ANLA lo calló.