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“El Cesar tiene cerca de 1.550 desmovilizados”: Jefe misión MAPP-OEA

Para monitorear las zonas críticas del Cesar en materia de conflicto armado, llegó a Valledupar el Jefe de la MAPP-OEA en el país. Jaider Santana/EL PILÓN

Teniendo en cuenta que el Cesar es una región que concentra un alto número de víctimas y grupos organizados criminales, el jefe de la Misión de de Apoyo al proceso de Paz, MAPP, de la Organización de los Estados Americanos, OEA, Roberto Menéndez Sáenz, visita el departamento con el ánimo de monitorear y profundizar su trabajo.

En su agenda de trabajo está previsto recorrer la zona corregimental de Valledupar, La Paz, Codazzi, La Jagua de Ibirico, Pailitas y Pelaya, así como veredas ubicadas en la Sierra Nevada.

“La Misión tiene 11 años de estar en Colombia identificado zonas que concentran guerrillas, grupos organizados criminales, víctimas, desmovilizados y actividad económica criminal como el narcotráfico, donde tenemos en cuenta los niveles de conflictividad, de tensiones sociales, especialmente las que tienen que ver con la disputa de territorios o con discusiones sobre la explotación de carbón, petróleo, hidrocarburos, entre otras.

Estamos en Valledupar porque todos los meses hacemos recorrido por diferentes zonas del país donde la Misión tiene jurisdicción; son 15 las Oficinas Regionales que tenemos, donde tenemos focalizadas 45 zonas que abarcan cerca de 200 municipios”, manifestó el argentino Menéndez Sáenz.

Precisó que en el Cesar existen cerca de 1.550 desmovilizados de grupos armados como el Eln , Farc y Auc, en proceso de reintegración, de los cuales existen aproximadamente 800 desmovilizados activos en Valledupar, en contraste con los más de 50 mil desmovilizados que existen en el país desde el 2000 hasta la fecha, de ellos del 24 al 25 % han reincidido, pero un 75 % está en la legalidad.

“Es excelente tanta desmovilización de personas que ejercían la violencia. Lo malo es que cerca de 3.700 desmovilizados fueron asesinados por muerte violenta y alrededor de 1.500 fueron privados de la libertad, en el marco del proceso de Justicia y Paz”, enfatizó.

EL PILÓN: ¿La MAPP-OEA duró varios años sin hacer presencia en Valledupar por qué vuelven a la ciudad?
Roberto Menéndez Sáenz: Tengo entendido que hace unos años atrás por problemas financieros, la Misión tuvo que reducirse no solo en Valledupar, sino en cuatro regiones más del país. Por falta de recursos, no porque Valledupar fue, dejó de ser y ahora es importante para la paz. Desde hace un año hemos logrado reforzar los ingresos para la Misión y no tuvimos ningún tipo de duda que en Valledupar teníamos que reabrir.

Cabe aclarar que en Valledupar nunca dejamos de venir, lo atendíamos desde la oficina de Santa Marta. Veníamos no tan seguido, pero esa no era la manera indicada de atender y acompañar a un territorio”.

¿Qué seguimiento han realizado al tema de desmovilizados y grupos armados en el Cesar?
“En todo el territorio colombiano monitoreamos todas las políticas de paz y allí ingresa cómo está funcionando la participación de víctimas, cómo se desarrolla la política de estado de reparación integral a víctimas. Lo hacemos con énfasis en participación efectiva de las víctimas, reparación colectiva, reintegración de excombatientes, políticas de restitución de tierras y política de cero despojos.

Además monitoreamos cómo está el tema de las afectaciones de los grupos denominados Bacrim que son las llamadas Bandas emergentes en Colombia; al igual que el Eln y las Farc. No hacemos inteligencia; nuestro monitoreo se enfoca en los tipos de afectaciones que estos grupos tienen con la población”.

¿La MAPP-OEA se prepara para el tema del posconflicto en el Cesar?
“Hace rato que venimos trabajando en la paz. Esto es subjetivo, pero siempre hemos dicho que la construcción de la paz en Colombia inició hace rato, teniendo en cuenta la cifra en aumento de desmovilizados. En el país ya hay más de siete millones de víctimas registradas, de las cuales más de seis millones son desplazados y ya se vienen trabajando con ella; todo eso es construir paz. Para nosotros la construcción de paz hace años que Colombia la viene realizando, de los cuales nosotros tenemos 11 años de estar acompañándola. Estamos más que preparados para trabajar lo que denominamos el posacuerdo.

Si nos dicen que nos van a entregar un mandato mayor, deberíamos revisar la cantidad de personal y presupuesto, cosas netamente logística u operativas, pero la Misión tiene el mandato explicito que nos habilita jurídica y políticamente a trabajar en el posconflicto. Colombia puede estar confiada que a través de la MAPP-OEA se pueden hacer más cosas a favor de la paz que se nos soliciten”.

¿Cómo percibe el nombramiento del nuevo Ministro para el Posconflicto en Colombia, Rafael Pardo?
Para nosotros es una buena noticia que esa dependencia del Estado tan importante tenga un titular, el anterior fue el general Naranjo que venía haciendo un trabajo muy interesante, pero las negociaciones de La Habana le consumían mucho tiempo. Es aplaudible el hecho de tener una persona responsable, con el perfil y experiencia de Pardo.

Nosotros hemos venido trabajando con esa oficina y ya nos hemos puesto de acuerdo con Pardo para establecer un contacto más directo con esa dependencia.

Más de siete millones de víctimas registradas posee el país, de las cuales más de seis millones son desplazadas.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

 

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