Los textos escritos por el columnista, autodidacta, folclorista, jurisperito y poeta Rodolfo Cabas Pumarejo, quedaron consignados en la segunda parte del libro ‘El cañahuatero II’, el cual fue presentado en las instalaciones de la Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez.
Medios de comunicación como EL PILÓN, El Diario Vallenato, la Revista Rumbera, Antena del Cesar fueron algunos de los encargados de publicar varios de los escritos elaborados por Cabas Pumarejo.
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“La verdad mi papá fue un aficionado por escribir, lo hacía con mucha agudeza crítica, como por llamar la atención de ciertas situaciones que pasaban en la ciudad en lo que respecta al folclor, la política, los servicios públicos”, expresó la periodista Rosana Cabas Pumarejo, hija del escritor y encargada de seleccionar los textos que están incluidos en el libro.
Asimismo, indicó que varios de estos textos quedaron guardados porque estaban escritos a mano.
Con esta versión se cierra el ciclo de las columnas de opinión escritas por Pumarejo, ya que la primera publicación fue en el año 2011 para rendirle un homenaje a su memoria: “Ahora hemos querido terminar el ciclo de sus escritos porque ese era su deseo, él manifestó en vida que él quería recopilar en un libro todo lo que había escrito”, acotó Rosana Cabas.
‘El cañahuatero II’ tiene 209 páginas y está dividido en cuatro capítulos: ‘Folclor vallenato’, ‘La Dinastía Zuleta’, ‘Temas generales’ y ‘Política’. Entre algunos títulos se destacan: ‘A ritmo de vallenato surgió el Cesar’, ‘Juglares de provincia’, ‘Para ser conservador hay que ser’, ‘Los aspirantes al manejo de la cosa pública’, entre otros.
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Cabas Pumarejo también se destacó por ser un defensor de la música vallenata y las tradiciones de Valledupar, pues en sus escritos siempre manifestó su visión y preocupación ante las costumbres de esta ciudad: “El libro deja un gran aporte porque hay un capítulo completo dedicado al folclor vallenato, tanto el primero como en este. Él llamaba la atención sobre las cosas que se estaban haciendo mal, él conocía y hace reflexiones hacia donde iba nuestra música”, apuntó su hija.
El nombre del libro corresponde al pseudónimo con el que Cabas Pumarejo firmaba alguno de sus poemas, según Rosa Cabas, esta firma se debe a que el autor nació y creció en el barrio Cañaguate: “Él se identificó como cañaguatero, la diferencia es que los firmaba era con h, entonces por eso quisimos mantener el nombre con el que él firmaba”.
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La caratula de este libro que fue impreso sin fines comerciales es una pintura en óleo sobre lienzo elaborada por el artista Carlos Julio Márquez ‘Kajuma’.
Por: Luz Andrea Gómez Brito/ EL PILÓN
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