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El cambio en el nombre

El presidente Virgilio Barco Vargas dictó el Decreto Ley 999 de 1988, en asocio con su ministro de justicia el doctor Enrique Low Murtra, en virtud del cual establece la posibilidad de modificar el nombre. Así quedó contemplado en el Artículo 4º del citado decreto, en cuyo tenor se expresa: La mujer casada podrá proceder, por medio de escritura pública, a adicionar o suprimir el apellido del marido precedido de la partícula “de” en los casos en que ella lo hubiere adoptado o hubiere sido establecido por ley.

De eso hace un poco más de treinta años, y ha sido considerado un avance en la conquista de los derechos de género, como lo fue en su momento la Ley 28 de 1932, por medio de la cual se reconoce a la mujer, plena capacidad para administrar sus propios bienes, situación que la libera del sometimiento, primero al padre y luego al varón que la desposara. Pues bien, hago reminiscencia de todo esto, porque me llamó poderosamente la atención, el rostro adusto de una mujer impreso en el billete de $ 10.000 (Léase diez mil devaluados pesos colombianos), Observé con sumo cuidado el nombre de la mujer: Virginia Gutiérrez de Pineda, de inmediato me asaltó la curiosidad, por saber el motivo por el cual se le había rendido este magno homenaje, amén de que sus apellidos me sonaron muy familiares.
Indagué un poco sobre esta admirable mujer, y encontré que se trata de una santandereana nacida en el año 1.921 de profesión antropóloga, casada con el antioqueño Roberto Piñeres, también antropólogo. El Banco de la República, quiso brindarle este homenaje a su memoria, porque fue Virginia Gutiérrez de Pineda, una de las primeras mujeres colombianas en realizar estudios superiores, en una época donde la mujer, era discriminada y el grado de exigencia académica era muy riguroso. Fue pionera en la investigación sobre la estructura y cambios de la familia colombiana, y en su vida personal desafió viejos paradigmas sociales acerca del comportamiento social que debía observar una mujer por aquel entonces. Le toco eso sí, cargar con el “de Pineda”, pues el Decreto del Presidente Barco, la toma en la curva descendente de su periplo vital. Con este homenaje a la vida y obra de Virginia Gutiérrez de Pineda, como referente de la mujer emprendedora y aguerrida, se avanza en la dirección correcta en el camino de pagar esa inmensa deuda social que se tiene con la mujer.

Nota de Cierre: Mientras nuestro burgomaestre Augusto Daniel Ramírez Uhia visita varios destinos internacionales por cuenta del erario, e inaugura suntuosas plazas y parques, Valledupar continúa sin Hogares de Paso ¡Qué horror! darioarregoces@hotmail.com

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