Cada día me sorprendo más de tantas cosas absurdas y ridículas que vivimos en nuestros tiempos, especialmente difundidas a través de las redes sociales. Antes que la “ballena azul”, ahora y que el reto del “agua caliente”, y lo más triste es que ya van varios muertos, sobre todo menores de edad.
¿Dónde están sus padres? ¿Acaso no conocen a sus hijos, no saben qué hacen ellos en las redes? Esto está terrible. Perdonen mi queja, pero nos falta más mano dura y atención en la familia, más diálogo y cercanía entre padre e hijos, esto no se justifica. Sigan dando cosas a sus hijos sin control, sigan dando celulares y tabletas sin precaución alguna, sigan dejando a sus hijos en Facebook y WhatsApp.
No logro entenderlo, sigan así, que van muy bien. Sigan así y verán cosas peores. No, por favor, es que ningún menor de edad debería usar redes sociales, si lo engañan a uno que es adulto, qué podremos esperar de los pobres infantes. Este mundo cada día está más idiotizado y estúpido. Qué falta de racionalidad y criterio, vivimos a merced de los impulsos y la emotividad. Esta es la “era del eclipse de la razón”. Cuánta falta nos hace la chancleta y el fajón, el diálogo y la comprensión, la disciplina y el compromiso.
No faltará quien diga: “Es que el Gobierno y el ICBF tienen mucha culpa. Porque si uno corrige, ellos lo sancionan a uno hasta con cárcel”. A quienes tales argumentos esgrimen, se les olvida que la responsabilidad primordial sobre los hijos compete a los padres, pero a éstos les falta ejercer sus derechos ante el Estado. Los hijos son de ellos, no del Estado. El Pueblo es el dueño del poder, pero no lo sabe y si lo sabe, duerme. Entonces si duerme, no puede gobernar.
Dios meta su mano y su fajón para despertar de este “eclipse de la razón”. Bendiciones y feliz resto de día. Con cariño, Juank Mendoza, el cura que en Cristo ríe, sufre, piensa, analiza, escribe, baila baila y goza goza.
Por Pb. Juan Carlos Mendoza