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Dos talentos unidos por el deporte y el folclor

Los dos son dignos representantes del departamento del Cesar en el atletismo de pista y campo.

La discapacidad no es óbice para demostrar el talento innato en cualquier persona, más aún si existe una herencia cultivada a través de los años.

A los hermanos Daniel y Cristian Cotes Charris la naturaleza les negó parte su capacidad visual, pero ésta fue compensada por sus destrezas deportivas, culturales y musicales.

Ven más allá de las metas, sus retinas irradian aquellas esperanzas de luz que reflejan motivación de cuyo rostro no se apartan las ilusiones a merced de un destino oscuro que lucha día a día por salir de las tinieblas.

En el sector del barrio Los Fundadores son ejemplo de superación; no importan los tropiezos que tuvieron porque la naturaleza no fue bondadosa con ellos, sin embargo, el derroche de talento saltó a la palestra y hoy se convierten en eje de admiración por sus logros en las pistas nacionales; también por sus dotes musicales en instrumentos de percusión.

Daniel padece atrofia del nervio óptico bilateral que lo pone en la categoría B3 a la hora de esquematizar su capacidad deportiva para esta población. “Mi meta son los Juegos Paralímpicos de China en 2020, quiero prepararse para estar allá entre los mejores del mundo”, pronosticó el estudiante de cuarto semestre de Arte y Folclor en la Universidad Popular del Cesar.

Ejecuta a la perfección instrumentos de percusión como tambora, tambores alegres y guache; de hecho, en su casa en el barrio Los Fundadores, es común el sonido de algunos de estos elementos musicales que, para algún desprevenido, es motivo de elogio o incomodidad.

“En estos momentos estamos en los módulos de guitarra, piano y acordeón, pero jamás descuido los entrenamientos en el atletismo de campo con el que he ganado muchos logros nacionales”, dijo Daniel José, mientras hace una demostración del talento para tocar tambora.

Ambos tuvieron sus inclinaciones artísticas desde niño; no había balde al que no le sacaran un sonido elocuente y armonioso; quisieron seguir las huellas de su padre, el músico Atanasio Cotes, un reconocido talento del vallenato auténtico. Hoy los frutos relucen con lujos de detalles.

Una ilusión deportiva

“Hace dos años, al igual que a mí hermano, me nació la ilusión por el atletismo de campo, cuando vivíamos por el barrio Guatapurí fui a la Secretaría de Deportes y me encontré con Darwin Polo y con el entrenador Fredy González, ellos me dieron la mano y me abrieron espacios para que entrenáramos, hoy les agradezco a ellos todos los logros alcanzados hasta ahora”, reconoció el joven de 26 años.

Entre los logros más importantes de su carrera como atleta, Daniel José acumula dos medallas de oro en el Open Internacional de Medellín, en donde conquistó el podio en lanzamiento de bala y disco, en éste último obtuvo el record nacional.

Recientemente, en los Primeros Juegos del Caribe, alcanzó la dorada en bala; la plateada en disco y la bronceada en jabalina.

Talento en la pista

Tanto Daniel como Cristian corren hacia los mismos objetivos, tanto culturales como deportivos y académicos; son almas gemelas que afrontan el reto de vencer las adversidades en una sociedad de oportunidades reducidas.

Cristian se perfila como una de las promesas del atletismo de campo; de hecho posee el record nacional en salto largo al realizar el mejor guarismo en el Open de Medellín.

“Él hizo la marca para clasificar a los panamericanos de Canadá, pero la prueba no fue incluida en la baraja de competencias, eso para él fue una frustración”, lamentó Daniel.

Aunque la naturaleza no fue bondadosa con ellos, reman hacia el mismo lado; cosechan talento para derrocharlo a sus antojos; no importa las adversidades, pues la fortaleza mental los conduce al éxito en el campo que se propongan.

Atrofia del nervio óptico bilateral es la discapacidad que ambos padecen desde niño.

Por Nibaldo Bustamante

 

Categories: Deportes
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