Hola queridos amigos lectores, nuevamente los saludo para contarles sobre lo que sucede en las comunidades de Valledupar. En esta ocasión estuve de visita por el barrio Don Carmelo, uno de los más grandes de esta ciudad. Ubicado en el sur de la capital del Cesar, es una urbanización compuesta por tres etapas en las que residen cerca de 3.000 habitantes.
Al tratarse de un sector tan extenso son muchas las gestiones que me contaron se han realizado para mejorar cada día las condiciones de vida de todos los moradores.
Ahora que finaliza el año 2018, en este lugar sus habitantes hacen balance sobre lo obtenido en estos 365 días y lo que esperan de cara al próximo 2019.
De acuerdo con José Araújo, presidente de la Junta de Acción Comunal, algunos de los cambios que han podido ver en el barrio están en la recuperación de los espacios públicos. Uno de ellos un área de cesión que fue limpiada y ahora cuenta con unos arcos para funcionar como cancha, aunque ahora esperan que se concluya la poda de los árboles que se encuentran en el sitio.
Otro factor importante en este mismo sentido ha sido el fortalecimiento de la seguridad sobre todo en el parque principal del barrio el cual era escenario de consumo de sustancias alucinógenas, algo que se ha erradicado de esta zona con la presencia de las autoridades y el trabajo conjunto de la comunidad. “Aquí no podía salir nadie porque enseguida le llegaba la moto a robar”, aseguró Araújo. De hecho la cancha de este parque es administrada desde enero por Indupal.
Un aspecto que también ha mejorado considerablemente para los habitantes de Don Carmelo tiene que ver con la calidad de los servicios públicos. Anteriormente padecían por la baja presión del agua, un panorama distante a lo que encuentran hoy los residentes de este barrio.
Esto fue conseguido tras una obra que se hizo a la altura del Obelisco con la instalación de una tubería de mayor capacidad que ha favorecido el nivel de dicho servicio.
En cuanto a la prestación de los servicios, también la empresa Aseo del Norte ha mantenido un compromiso por la limpieza de los parques. En estos lugares realizan mantenimiento cada cuarenta días, algo que hace posible que permanezcan de manera idónea para el uso de la comunidad que además del uso cotidiano de estos espacios celebra en los mismos algunas fechas especiales como el día de los niños.
Algo que se ha fortalecido es la señalización del barrio con 24 señales de Pare y la consecución de nueve reductores de velocidad que para la comunidad han respondido a las necesidades que tenían para la movilidad en el sector.
Sin embargo persisten algunas falencias que dependen tanto de la comunidad como de las labores de entidades y autoridades para consolidar a este como un barrio de un gran nivel de vida. Las sanciones por los permanentes vertimientos de agua, la renovación de las redes húmedas y de algunas placas de pavimento así como el cambio de aproximadamente seis postes de luz siguen siendo una tarea pendiente.