En Valledupar para cada expresión, hecho, objeto y actitud hay una frase o refrán que lo define a cabalidad sin tener la aprobación de la Real Academia Española, RAE. Los vallenatos utilizan la palabra ‘berroche’ cuando se quieren referir a una situación de juego o desorden. Cuando una persona les parece de bajos recursos lo pueden llamar ‘perrata’, palabras que sin ser enseñadas en los colegios hacen parte del léxico del ‘Valle del Cacique Upar’.
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De acuerdo con Yaneth Montilla, licenciada en Literatura y Lengua Castellana, el idioma ha sido modificado culturalmente de acuerdo a los espacios geográficos donde residen las personas, comentando que las palabras son reducidas para decirlas de forma más rápida y se les da un significado que “muchas veces no está relacionado con la expresión verbal”.
“Valledupar es una ciudad muy rica en palabras, refranes y dichos que incluso uno siendo vallenato se sorprende de ellos. Los niños desde muy pequeños las adquieren en su vocabulario de manera natural por medio de la oralidad cuando escuchan a sus padres”, manifestó Montilla.
Agregó que actualmente hay muchas palabras que utilizan los vallenatos que están registradas en la RAE, que anteriormente eran modismos que no entraban en el cumplimiento de las reglas gramaticales, como por ejemplo ‘aguaitar’ que significa acechar.
Sin embargo, hay expresiones que todavía siguen sin entrar al amplio diccionario de la lengua española que cada año se actualiza con nuevas palabras que son creadas por los hablantes del castellano.
Yuranis Vega, gestora cultural de Valledupar, aseveró que el gran repertorio de palabras que tienen los vallenatos es un aspecto que los diferencia de otras culturas del país debido a que cada una “tiene un cantaito particular” que le llama la atención a turistas y conocedores del idioma.
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“No es lo mismo leer una palabra vallenata que entonarla casi con el significante de ella. Es una relación que debe darse en plena armonía para poder transmitirle el mensaje al receptor y que este entienda. Porque nosotros tenemos nuestro propio código del lenguaje al utilizar palabras nacidas en nuestra cultura”, explicó Vega.
¿UN IDIOMA VALLENATO?
El licenciado en filosofía y letras, Jairo Bermúdez, señaló que el lenguaje es tan diverso que si una persona se lo propusiera podría crear su propio idioma. Comentó que dicha afirmación no es tan descabellada como se piensa debido a que inicialmente el ser humano de la época de las cavernas creó su propio sistema de comunicación que al pasar las décadas fue perfeccionando.
“La lengua es un universo de posibilidades lingüísticas que constantemente evoluciona. Es cierto que muchas veces hay un atraso cuando es atrofiada por vocabularios que no tienen relación con el sentido de la palabra. Sin embargo, cada cultura aporta al idioma español recursos gramaticales ricos que favorecen la extensión del castellano”, argumentó.
Precisó que por tal razón el español es uno de los idiomas más complicados de aprender porque constantemente nuevas palabras son adquiridas en la lengua castellana, sumado a que cada ciudad del país tiene un lenguaje particular que se le dificulta aprender a los hablantes de otros idiomas.
EL LEXICÓN DEL VALLE DE UPAR
Valledupar tiene su propio diccionario de palabras resumido en 245 páginas de la célebre obra ‘Lexicón del Valle de Upar: voces, modismos, giros, interjecciones, locuciones, dichos, refranes y coplas del habla popular vallenata’, escrito por la exministra de Cultura, Consuelo Araujonoguera.
Dicha obra fue publicada por el Instituto Caro y Cuervo en el año 1994. El libro recoge el lenguaje utilizado en el municipio de Valledupar en la época de los 90, parte de La Guajira y del viejo Magdalena Grande. Este trabajo contó con el apoyo de personas expertas en la materia como Sara Daza de Acuña, Ruth Ariza Cotes, Jaime Sarmiento, Fabio Hinojosa Daza y Carlos Guevara.
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En la obra Araujonoguera precisó: “Aquí nació y se mantiene un léxico particular que al expresarse oralmente cuenta con un dejo melodioso la sonoridad y riqueza de su contenido. Es la búsqueda y el rescate de ese vocabulario, del cómo y el por qué se conserva pese a la cada vez más notable influencia extranjera sobre el castellano logramos hacer las apuntaciones que dan origen a este trabajo”.
Algunas de las palabras que representan el vocabulario vallenato en esta obra de más de 20 años son arrequiñe, juriminga, flequetear, tucutaca, afuerano, aguadija, ajilar, ajocho, añangotarse, arrequiñe, atipuzar, bajará, bambolla, batuqueo, bolloban, cacharetiar, cafuco, cambanba, cañeña, entre otras.