Colombia es un país derechista, con todo lo inconveniente que esto representa, está claro que la derecha otra vez elegirá Presidente, ya se están cocinando las alianzas de siempre; el santismo de derecha, bastante golpeado con un presidente impopular, pero con la obligación de mantener el poder, utilizará la maquinaria para ganar, su coalición cuenta con varios candidatos pero no todos con la suficiente fuerza; en el liberalismo, a pesar de su exposición mediática, De la Calle no se ha consolidado y es una incógnita, Juan Fernando Cristo tendrá que rezarle mucho a Cristo para que le alcance; en la U, Juan Carlos Pinzón no marca bien y está desconectado del país, Roy Barreras parece candidato de Sábados Felices; es aquí donde llega a jugar el niño malo, el terrible Vargas Lleras con Cambio Radical, con una plataforma en las regiones, grandes patrocinadores y un alto reconocimiento mediático. Santos y Vargas son como esos matrimonios tormentosos que no se quieren pero se necesitan, saben que uno sin el otro no llega, entonces les tocará remar juntos, la única carta para frenar al uribismo, sumados a los conservadores enmermelados y a un grupito, que igual que hicieron con el tema de la paz, no les quedará otra que unirse a Santos para que no llegue Uribe, ahí están Claudia López con el Partido Verde y Clara López que viene del gobierno a hacer oposición (risas); y quedan tres que no se unen a nadie y se quemarán en primera: Robledo, Fajardo y Petro.
En la convención del Centro Democrático se demostró que la ultra derecha en cabeza de Uribe está buscando acercamientos para fortalecerse y darle la pelea de frente a Santos, nadie puede negar que Uribe representa un potencial electoral importante, pero sabe que para ganar necesita unificar toda la godarria en torno a él, con un discurso anti Farc, anti Maduro, con pocas propuestas sociales, más retorica intimidatoria y captar así, el voto del NO en el plebiscito, ahí terminará Andrés Pastrana, sí Andrés, el mismo que tuvo a Colombia a punto de ser un Estado fallido, con otro sector del partido conservador liderado por Marta Lucía Ramírez, también Alejandro Ordoñez, destituido y sin votos, pero con los extremistas y fanáticos religiosos que lo adoran, además líderes cristianos, que odian a los homosexuales y no permiten que la sociedad avance en temas como el aborto y el matrimonio igualitario. Es obvio que Uribe no cometerá el mismo error, esta vez buscará que el candidato de esta coalición sea de su resorte y no serán ni Holmes, ni María del Rosario y menos Nieto, el elegido será Iván Duque, con todo y Odebrecht.
Con esta repartición de fuerzas es muy arriesgado dar un ganador y no habrá una opción independiente diferente a la derecha que pueda captar las bases inconformes con los gobiernos de Santos y Uribe, que representan más de lo mismo y tienen al país sumido en un mar de politiquería, corrupción, desgreño y clientelismo, lo único que les interesa es rescatar o mantener el poder a costa de un pueblo que sigue padeciendo problemas de desempleo, cascada de impuestos, inseguridad, pobreza, etc.
Por Jacobo Solano C.
@JACOBOSOLANOC