X

Cuando la nostalgia se vuelve historia

El reciente 1 de agosto, conmemoramos el natalicio de la inmolada, polifacética gestora cultural, ex ministra de cultura, periodista y escritora, Consuelo Araujo Noguera, “La Cacica”, quien nació en 1940.

De ella podríamos compartir muchas historias de las cuales fuimos testigos y protagonistas cuando nos llamó a Radio Guatapurí, para trabajar como programador musical de esa prestigiosa emisora cuando asume las riendas en 1989.

Transcribimos algunos apartes de la crónica radial elaborada por ella, “Cuando la nostalgia se vuelve historia”, realizada con motivo de la celebración de los 35 años de Radio Guatapurí, apoteosis que se celebró durante 15 días con diferentes eventos, y se refería a su Valledupar del alma de los comienzos de los años cincuenta, cuando esta aún era una población bucólica.

Valledupar se circunscribía al entorno colonial de la plaza Alfonso López y ocho cuadras a la redonda, eran casas hechas de adobe, en reemplazo de las chozas que encontraron los españoles en este lugar construidas por nuestros aborígenes.

Para esa década del cincuenta, El Valle comenzaba a disfrutar de los adelantos tecnológicos de ese periodo, a distancia se escuchaban las potentes emisoras de la región caribe, Colombia y el mundo, aún no había una funcionando aquí.

A través de este medio los nuestros se informaban debidamente del acontecer nacional y mundial, en el receptor se escuchaba música de otras latitudes, melodías y ritmos que nos gustó y marcaron, aun no asomaba por allí la música vallenata. 

El cine causaba un gran impacto en la población, el séptimo arte tenía seducido al mundo, Valledupar no era la excepción, para la época tenía dos salas, El Cesar y El Caribe, predominaban las películas vaqueras, el bueno el malo y el feo y por un puñado de dólares, y el cine mejicano con sus charros y rancheras, personajes y canciones que tuvieron un alto grado de incidencia en nuestra cultura.

Refería la ex ministra Consuelo Araujo en su crónica radial, que en las dos salas de cine del viejo Valle, en la noche se proyectaban las ansiadas películas, en el día eran utilizadas como medio de información, divulgación y entretenimiento, por medio de unas viejas bocinas que eran colocadas en lo más alto del teatro, eran rotadas 360 grados para que toda la población tuviera la oportunidad de escuchar los anuncios y la música.

Se difundían avisos de toda clase, sepelios, cumpleaños, bautizos, entretenimiento, matrimonios, galleras, saludos a recién llegados y despedidas a viajeros ocasionales, también se escuchaban mensajes cifrados de enamorados con canciones incluidas, generalmente boleros de La Sonora Matancera, Los Panchos, Pedro Infante, Agustín Lara, Pedro Vargas, Jorge Negrete, Alfonso Ortiz Tirado.

Alberto Reales Castilla quien era el locutor, persona encargada de sonar la música y divulgar los avisos de toda clase en el teatro Caribe, tuvo muchos problemas, los padres de las damas que eran aludidas en esas misivas con mensajes misteriosos, le reclamaban por el remitente, todos sabían quién escribía y para quien iba menos Reales Castilla, se le armaba unas tremendas trifulcas, amenazas, puñetazos, insultos con madrazos incluidos.

Relata La Cacica, quien vivía adyacente a la plaza mayor, que ella también fue víctima de la desconfianza o suspicacia de su mamá, como muchas otras jóvenes de su edad, la señora Blanca Noguera, siempre estaba pendiente que los avisos encriptados no fueran dirigido a sus hijas. En una ocasión estando en el lavadero sintió unos pencazos, ella se sorprende y le pregunta a la mamá, que porque le pega, y esta le responde, no te hagas la boba ahí escuche el mensaje ese que es para ti, que dice para: C.I.A.N, de parte de… dedicamos la canción, “Morena” con La Sonora Matancera canta, Bienvenido Granda, la canción dice: Morena reina de mi corazón herido/ Dios solo y yo sabemos lo que es soñar.

Categories: Columnista
Celso_Guerra_Gutierrez: