Muy de moda están los nuevos modelos de ciudadanías, como formas de organización de la sociedad; entre ellas, tenemos las ciudadanías de diversidad de género, las ciudadanías emergentes, las multiculturales, y las nuevas ciudadanías del pos conflicto, entre otras.
Los primeros modelos de ciudadanías y movimientos sociales en el país fueron el liberal y el conservador, y hoy por hoy políticamente sus ideologías siguen abanderando los destinos de muchos países, así como el nuestro. La constitución de 1991 originada por el movimiento estudiantil llamado la séptima papeleta, dio un giro total a la historia del país y a partir de allí, se gestaron nuevos movimientos sociales de mujeres, jóvenes, indígenas, afros, campesinos etc. Estos modelos han revolucionado los paradigmas y el devenir de las sociedades más allá de los valores, los principios morales, éticos y creencias religiosas.
Las nuevas ciudadanías y ciudadanías emergentes surgen de la emergencia y necesidad de construir un nuevo ciudadano cuyo objetivo es lograr inclusión e igualdad en la sociedad, en el mercado laboral, y un reconocimiento jurídico, pero, ante todo protección del Estado.
Las ciudadanías del pos conflicto son modelos de organización producto de la violencia y de la guerra, los grupos al margen de la ley a través de acuerdos con el gobierno, hoy hacen parte del Congreso. El grupo minoritario Farc y el gobierno han constituido una transición para lograr la paz, este ejercicio ya había sido realizado décadas atrás con el M19 que tras convertirse en partido político adhirieron posteriormente al polo democrático o colombia humana. Estas intenciones son plausibles si se involucran a todos los grupos alzados en armas, a la población civil, y a la fuerza pública, de lo contrario es una quimera alcanzar la paz y esa igualdad inclusiva, que tanto se pregona en Colombia.
Las ciudadanías, desde la diversidad de género, promueven inclusión, reconocimiento y aceptación de una identidad sexual. Aún la intolerancia discrimina a las personas que indistintamente de su naturaleza biológica deciden trascender de un sexo a otro o adoptar un gusto diferente al sexo opuesto, ese que le correspondería por ser hombre o mujer y que proviene de naturaleza divina.
Según la ONU existen más de 112 géneros sexuales, lo que indica que el género no está determinado por el sexo si no, por lo que el hombre elige libremente ser; este es considerado un derecho humano en virtud del pacto internacional de derechos civiles y políticos. En el año 1981 Colombia despenalizó la homosexualidad catalogada como delito desde el año 1936, las marchas LGTBI, demuestran la forma como este movimiento ha marcado la historia social y política del país.
Coletilla: La transición hacia un nuevo milenio genera reflexiones que impactan notablemente a la sociedad, que de manera acelerada se encamina a formar un ciudadano crítico y participativo, preparado para enfrentar ese desafío: “una sociedad multicultural y diversa”, que nos obliga a “aceptar” a fin de lograr la convivencia pacífica de todos los que nos rodean. En esa óptica deben ser trazadas las políticas públicas de nuestro país, ello requiere un equipamiento para aprender a discernir en este mundo ambiguo de matices ideológicos.