En nuestra sociedad, los jóvenes y profesionales tienen un valor trascendente y un rol preponderante en la construcción de la misma. En por eso que la educación debe funcionar como una herramienta de transformación social que requiere de un trabajo contextualizado desde y para cada realidad.
La pandemia ocasionada por el covid-19 sacó a ‘flote’ la cantidad de conflictos sociales que padecen las comunidades; en ese sentido, durante todo esta emergencia sanitaria se ha aumentado la desigualdad, la pobreza, discriminación, inequidad de género, violencia intrafamiliar y demás problemáticas. Estas circunstancias llevaron a las personas a cuestionar el rol que tiene la educación y específicamente las universidades en la construcción de sociedad.
Esto se dio porque, según expertos en el tema, la transformación o sentido social que debe ‘incentivarse’ en las instituciones se están quedando sobre el papel. Eso se puede constatar en la brecha significativa que existe entre las proposiciones y las prácticas cotidianas de los procesos de formación.
“El tema de la responsabilidad social no puede ser letra muerta, tiene que ser acción. Eso se puede lograr llevando a los estudiantes a las comunidades vulnerables y que estos puedan ayudar, y no precisamente por una calificación, sino para que desarrollen un pensamiento crítico hacia lo que es el sentido social”, aseguró la magister en educación Carmen Alicia Rivera.
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A su vez, César Oviedo, abogado y estudiante de Comunicación Social, indicó que la formación profesional “es muy buena”, sin embargo, existe deficiencia en algunos aspectos. “Tuve excelentes profesores pero hay ocasiones en las que el discurso de las universidades o colegios se queda solo en la academia y no te incentivan a tener una mente crítica que vaya más allá”.
Por tanto, el joven profesional insta a las instituciones, especialmente de Valledupar, a analizar la manera como se está educando a los estudiantes. “Las universidades por lo general luchan por tener excelentes resultados en lo académico y eso está muy bien; pero al analizar un poco la academia es muy poco el sentido social que te enseñan”, afirmó.
LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL
Muchas personas, y profesionales, afirman que el sentido social se debe implementar solo en estudiantes que deseen formarse en el área de humanidades (Derecho, comunicación social, psicología y demás). No obstante, los expertos aseguran que todo profesional debe desarrollar y potenciar su espíritu social. “Un buen profesional no es aquel que saca buenas notas sino el que tiene sensibilidad social”.
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Aunque parezca poco, un buen gesto, un trato amable y buena atención, ayudan a mejorar el clima social. Por tanto, desde pequeñas acciones, las personas, colegios, universidades y demás pueden contribuir a mejorar la sociedad.
¿QUÉ DICE LA UNESCO?
Sin duda alguna, la responsabilidad social de las universidades hoy en día tiene que tomar un protagonismo y un liderazgo mayor, es por eso que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, ha hecho un llamado a las instituciones de educación.
“La Unesco ha hecho un llamado a todas las universidades para que transformen esos currículo, todas las acciones que se hacen en las instituciones y sobretodo, que se apersonen de las realidades sociales que se viven en cada una de las regiones. Esto no es solo a nivel local o nacional, sino mundial. Es una responsabilidad global que necesita hoy que las universidades entiendan que los estudiantes no solo deben ser buenos profesionales, sino que deben ser buenos ciudadanos”, acotó Carmen Rivera.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN