Es inevitable relacionar a Claudia Margarita Zuleta Murgas con la dinastía Zuleta. Por el proceso mediante el cual la información genética se transmite de padres a hijos, muchos la ubicarían en los ámbitos artísticos, particularmente, en la música vallenata y no en la controversial actividad política. No fue la música su vocación ni profesión, sino la política, una actividad en la que ha desempeñado cargos administrativos de autoridad y dirección.
En noviembre de 2015, el primer ministro Justin Trudeau formó el primer gabinete con equilibrio de género en la historia de Canadá. Al anunciar su gabinete, se aseguró de que la mitad de sus asesores más cercanos (15 de un total de 30) fueran mujeres. Cuando los periodistas le preguntaron a Trudeau por qué la paridad de género era importante para él, respondió: “Porque estamos en 2015”. Su respuesta simple pero trascendental resonó en aquellos comprometidos con la equidad, la diversidad y la inclusión.
Los procesos de inclusión, equidad y diversidad, los personifica Claudia Margarita Zuleta, por la demostración de su talante, liderazgo y capacidad para argumentar y desarrollar su ejercicio actual como diputada del departamento del Cesar. Pondero como sobresaliente y positivo la incursión de Claudia Margarita en la política, su presencia despierta al género femenino habilitando escenarios de nuevos liderazgos, para gestar una generación que apueste a cambios estructurales en nuestro territorio.
Hace un par de años el Foro Económico Mundial realizó un estudio sobre “por qué tener más mujeres en el gobierno”. Entre las conclusiones del estudio se destacan las siguientes: en comparación con sus homólogos masculinos, es más probable que las mujeres políticas mantengan actitudes de izquierda (con respecto a cuestiones como los derechos civiles, la igualdad social y el igualitarismo) y promuevan sustancialmente los derechos de las mujeres en áreas como la equidad salarial, la violencia contra las mujeres, la atención de la salud y política familiar.
La investigación ha demostrado que las mujeres en el gobierno tienden a trabajar de manera más colaborativa y bipartidista y emplean un estilo de liderazgo más democrático. Las mujeres también son más eficaces a la hora de formar coaliciones y llegar a consensos.
Evoco la decisión de Justin Trudeau y el estudio del Foro Económico Mundial para resaltar la capacidad y logro de Claudia Margarita Zuleta en la pasada contienda electoral en el departamento del Cesar. Pese a no contar con un gran despliegue publicitario ni alforjas repletas de dinero, recibió el respaldo de 98.250 cesarenses, obteniendo el segundo lugar y, en consecuencia, del Acto Legislativo 2 de 2015, un escaño en la duma departamental.
Recientemente, Claudia Margarita mostró su inconformidad por algunas decisiones de su partido el Centro Democrático, porque sus debates en la Asamblea departamental no han tenido el respaldo esperado. En política a menudo ocurren situaciones inentendibles, sin embargo, las circunstancias en el territorio permiten que Claudia Margarita retome y lidere el proyecto que la lleve a ser gobernadora. La gente ha valorado su gallardía y valentía para enfrentar al poderoso y acorazado grupo político Monsalvo Gnecco.
No se detenga ni desaliente su espíritu por las vicisitudes de la política, el camino no es sencillo en la estructura de nuestra sociedad cortesana conformada en torno al poder, sin embargo, su reconocida sapiencia seguramente explorará la opción de la recolección de firmas para construir un movimiento ciudadano, donde incluso caben dirigentes políticos que deben ser seleccionados con guantes de seda.
El Cesar necesita un cambio verificable no una permuta de poder, me refiero a los temerarios indicadores socioeconómicos y a la necesidad ineluctable de focalizar los recursos provenientes de las regalías y la inaplazable preparación para el advenimiento de la etapa postcarbon.
@LuchoDiaz12