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Centro cultural al parque de la leyenda vallenata

Todas las cosas pasan por algo. Y para bien. Ante vicisitudes propias de la consolidación de proyectos, las informaciones indican que habrá complicaciones alrededor de alcanzar los recursos totales para la financiación de Centro Cultural de la Música Vallenata (CCMV), circunstancia que aviva la posibilidad de replantear por ejemplo el lugar donde ha de concretarse la monumental obra cultural.

Más allá de los imaginarios colectivos influenciados por posturas multiformes propias de politiquería partidista y el mundillo mezquino del ser humano, no se logra explicar por qué ese proyecto no se lleva a cabo en el interior (“¡oh paradoja brutal!”) del Parque de la Leyenda Vallenata. En la Colombia cultural no se comprenden las razones para ab initio no haberse escogido ese emblemático sitio de la música vallenata y ubicar allí el CCMV. No obstante en Valledupar y en el Cesar todos conjeturan las motivaciones, por obvias.
El moderno diseño que se ha divulgado dibuja una edificación en forma de árbol de ceiba y sus ramas crean una extensa área de sombra. El Parque de la Leyenda Vallenata tiene las áreas suficientes para implantar todos los componentes del CCMV. Y así (apenas elemental) todo lo que tiene que ver con la música vallenata tendrá una concentración absoluta como símbolo de confraternidad cultural e integración del “soy nato del valle”, es decir, “soy del valle nato”.

El Parque de la Leyenda Vallenata es de propiedad de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata -la Fundación FLV-. Esta entidad es una a las que se refiere el Artículo 355 de la Constitución Nacional, esto es, una entidad privada sin ánimo de lucro de reconocida idoneidad para impulsar programas y actividades de interés públicos acordes con el Plan Nacional y los Planes Seccionales de Desarrollo. Una y mil veces más la cesión gratuita de un bien estatal a un particular es constitucionalmente posible como lo orienta la C-561-96.

Uno se asombra cuando escucha de personas académicamente formadas la distorsión conceptual en relación con la expresión “sin ánimo de lucro” de las fundaciones. Y hasta insensatamente se mofan que la Fundación FLV sea una entidad de esa naturaleza. Elemental conocer que si una fundación en desarrollo de su objeto social lleva a cabo una actividad, el evento puede originar ganancias. No obstante, por favor, también básico saber que lo que distingue una entidad sin ánimo de lucro de una sociedad comercial, es que mientras en esta opera la figura de la distribución o reparto de utilidades (dividendos) al finalizar cada ejercicio social, en las entidades sin ánimo de lucro los rendimientos o excedentes sociales se reinvierten en su objeto social. Nunca entre sus miembros.

Aclaro: en la Fundación FLV no hay socios, sino asociados. Y basta repasar su composición para abrevar en sus estatutos que tiene una estructura heterogénea y no de familia o que se trate de un negocio económico familiar. Hace mucho daño deformar los conceptos y la utilización de vocablos y expresiones coloquiales nocivas como “el usufructo del folclor”, porque por frases sesgadas solo se ha logrado que el Estado no haya vuelto desde hace más de diez años a invertir en la consolidación de la infraestructura cultural del Parque y un bloque apropiado debe ser el Centro Cultural de la Música Vallenata.

Soy entonces de la opinión que entre la valiosa gente de la cultura vallenata, los gobiernos departamental y municipal despojados de utilidades políticas partidistas y electorales habrán de consensuar construir el CCMV en el sitio inexpugnablemente más conveniente: El Parque de la Leyenda Vallenata.

Hugo_Mendoza: