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Cárceles sin remedio –espacio público

No voy a solicitar la reubicación de la cárcel del barrio Jorge Dangond, porque ya estamos aburridos de solicitarlo y nada, siempre nos engañan.

Pero si esto no se ha logrado, por lo menos le solicitamos al señor Ministro de Justicia que es urgente su participación efectiva para solucionar los problemas de nuestras dos cárceles. La afirmación de que en los centros penitenciarios “entra el hombre y no el delito” es una mentira inmensa, pues no existen programas de rehabilitación y la corrupción se ejerce a diestra y siniestra. Sobresalen la injusticia, la delincuencia organizada conectada con el exterior, el hacinamiento, las epidemias, el comercio ilícito y la humillación semanal de ver a los parientes de los detenidos pernoctar a la intemperie para poder visitarlos. ¡Qué vergüenza! Cada Ministro que entra, menciona el problema, habla de soluciones y no pasa nada. Son unos embusteros. Lo cierto es que se está incubando una tragedia de grandes proporciones.

Y en nuestras cárceles no sólo hay hacinamiento, sino que el Estado no es capaz de cumplirles con derechos básicos como los de la salud. Recordemos que los presos pierden los derechos políticos, no los humanos, ahí les dejo esa inquietud.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: Espacio Público: ¿Y dónde se encuentra el defensor del Espacio Público? Señor director del Espacio Público, ¿Será posible hacer algo para devolverle algunos espacios, sitios y calzadas a los vallenatos? Tengo tres columnas haciéndole algunas recomendaciones y nada. O es que usted no lee prensa o se las tira de sordo y mudo.

Estoy aburrido de insinuarle que ya que no ha dado para reubicar a los vendedores estacionarios de los andenes de la carrera 7 y calle 17, por lo menos reubique a los vendedores ambulantes y que ya no son ambulantes sino que se han convertido en estacionarios de las calzadas, impidiendo la movilidad de los vehículos. Sobre la calzada de la 7ª hay vendedores como arroz, que ofrecen toda clase de jugos, frutas y verduras, es un mercado persa. ¿Por qué no hace como los agentes de tránsito azules que se encuentran en la carrera 7 y calle 17 controlando el tránsito? Ponga 4 o 6 funcionarios del Espacio en estas calles para que los vendedores no se queden estacionados. Además, póngales uniforme para que los respeten. La verdad es que sus funcionarios no controlan nada, ¿Qué hacen entonces? Y seguiré insistiéndole en esto, es por su bien, así que no se vaya a molestar.

Ya es hora de que la Policía le apueste a una estrategia de seguridad igual como se hizo en Medellín, que logró una caída histórica en homicidios y otros delitos de alto impacto. ¿Qué ha pasado? Y aprovecho para recomendarle al alcalde la creación de la Secretaría de Seguridad. Igual recomendarle a la Policía al retorno de los estudiantes a los colegios, operativos cerca de los colegios donde se comercialicen estupefacientes, igual debe hacerlo en aquellos sitios que reúne a docenas de habitantes de la calle, la mayoría son consumidores de alucinógenos, lo que le ha abierto las puertas a la delincuencia, la cual ha aprovechado sus condiciones sociales para vender armas, robar e instalar sus “ollas”. Ojo con esto.

Sería bueno que el director de Tránsito envíe un policía de los azules en algunos sitios críticos de Valledupar, sobre todo en horas pico. Por ejemplo, en la calle 16 con carrera 4ª. A propósito, la 4ª se ha convertido en una doble vía riesgosa. Esta esquinita es trágica. La calle 17 con carrera 7ª es un desastre a las 5:00 de la tarde, las motos están parqueándose por toda la 7ª hasta el Callejón de Pedro Rizo. Las glorietas no tienen semáforo, al igual que la carrera 9ª con calle 16ª y la calle 15 (Parque de las Madres).
Nota: Por qué no se estudia la posibilidad de poner un separador angosto en toda la 4ª desde el barrio Sicarare hasta el parquecito frente a Poncho Zuleta.

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Alberto_Herazo: