X

Brigadas de corazón

Más de 200 niños fueron atendidos ayer en la tercera brigada de la Fundación Cardioinfantil de Colombia.  

Nubia Florián no se cansa de darle gracias a Dios y a la Fundación Cardioinfantil de Colombia por haber salvado la vida de su hijo, Henry Lara Florián,  un niño de 12 años que sufría de cardiopatía congénita y que desde el año pasado ‘volvió’ a nacer con la intervención que le practicaron en Bogotá de manera gratuita.

Recuerda la mujer que su hijo no podía hacer actividades propias de su edad, como jugar fútbol, hablar y caminar, debido a la enfermedad que lo agobiaba.

“Mi hijo venía padeciendo de una cardiopatía congénita desde los 4 años y en las EPS nunca me resolvían nada, lo que hacían era ponerme a gastar pasajes y a perder mi tiempo. Pero gracias a Dios con la brigada que la Fundación Cardioinfantil hizo el año pasado, encontramos una oportunidad para salvarle la vida a mi hijo”, contó Nubia Florián, quien ayer se encontraba en el hospital Rosario Pumarejo de López para llevar a control a su hijo en la tercera brigada que realiza la Fundación en Valledupar con el apoyo del voluntariado de las Damas Rosadas y el Hospital Rosario Pumarejo de López.

En el rostro de esta mujer natural de Curumaní, Cesar, se resalta la felicidad de ver a su hijo recuperado, pues afirmó fueron muchos días de sufrimiento y zozobra buscando la cura para el pequeño, quien actualmente cursa sexto grado.
El pequeño Henry tiene en su corazón un parche de gore-tex de 29 milímetros que le ha permitido gozar de un órgano sano y por ende vivir como cualquier otro niño de su edad.
En mayo del año pasado, cuando Nubia llegó a la capital del país esperanzada en la operación que le harían a su hijo, se encontró con más mujeres venidas de todos los rincones de Colombia quienes también compartían la misma experiencia de vida en el albergue que dispone la Fundación Cardioinfantil para los familiares de los pacientes que serán operados del corazón.

Allí recibió toda la atención necesaria para ella y su hijo, pues desde el primer momento que pisan tierra capitalina son bien recibidos por personal de la Fundación, quienes los asesoran y dan todas las comodidades para que su estadía mientras llega el día de la cirugía y posterior recuperación, sea la más agradable posible.
“Cuando uno llega a Bogotá lo están esperando en un taxi y después lo trasportan hasta el albergue que está muy cerca de la Fundación. Después le mandan a comprar vitamina C para que le dé al niño, pues si se llega a enfermar de gripa se retrasa la operación”, acotó Florián al tiempo que observaba y consentía a su hijo. Dijo sentirse muy contenta porque los médicos vieron muy bien a Henry y la evolución que ha tenido al tratamiento porque su corazón está respondiendo como debe ser.
 

Atendieron el llamado

Muchas mujeres y hombres llegaron ayer hasta el hospital Rosario Pumarejo de López para encontrar una esperanza de vida para las enfermedades del corazón que aquejan a sus hijos.
Todos escucharon de la convocatoria por diferentes medios de comunicación y por eso decidieron acercarse para que sus pequeños fueran valorados por los más calificados expertos de la Fundación Cardioinfantil.
Tal es el caso de Ana Hernández Campo, quien vino de Fonseca, La Guajira, para traer a su pequeño nieto de año y medio, quien presenta el pecho hundido y esto le obstruye el corazón y los pulmones de acuerdo con lo que le han dicho lo médicos.

Según Yadira González Rosado, presidenta de las Damas Rosadas de Valledupar, quien está al frente de la actividad de la tercera brigada de cardiología de la Fundación Cardioinfantil de Colombia, en esta jornada que comprende viernes y sábado se espera atender a cerca de 200 niños.
Por su parte, Edinson Bustos, jefe de comunicaciones de la Fundación, se mostró complacido con la recepción que el programa ha tenido en Valledupar que busca atender a los niños de escasos recursos que sufran del corazón.
“La Fundación ofrece diagnóstico alrededor de unos 250 niños. El programa consta de una valoración en donde se identifican los signos vitales del niño, después pasan a una consulta pediátrica en donde se define si el pequeño tiene alguna sintomatología cardiovascular. Posterior a ello, son revisados por unos equipos de electrocardiograma para realizarle los exámenes a los menores”, dijo Bustos quien resaltó que es allí donde se define si el niño necesita ser trasladado a Bogotá para recibir tratamiento.
 

Por Inngry Jácome / EL PILÓN

Categories: General
Periodista: