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Aullidos de intolerancia

Algo sobre
José Romero Churio

Las declaraciones del alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro, sobre la fusión de las empresas de servicios públicos del Distrito Capital, sus opositores, de la derecha recalcitrante — que son muchos y la mayoría muy adinerados— las han aprovechado como caballito de batalla para fustigarlo e indisponerlo ante la opinión pública.
Uno de los abogados encargados de la defensa del ex presidente Álvaro Uribe, Jaime Granados, lo denunció ante la Fiscalía General por el delito de pánico económico, bajo el supuesto de que le causó detrimento financiero a la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), por la baja del valor de sus acciones en la bolsa del mercado bursátil.
Los medios de comunicación que son cajas de resonancias al servicio de los intereses económicos de  los contrarios a esta medida que tomará Petro, como alcalde en ejercicio, han puesto el grito en el cielo y varios columnistas de importantes periódicos lo critican  duramente con saña. Todo con el propósito de que desista en la propuesta de su programa de gobierno, por la cual lo eligieron cerca de un millón de bogotanos.
No cabe duda en que todo este alboroto son aullidos de intolerancia, de quienes no aceptan que un guerrillero desmovilizado haya sido elegido alcalde de Bogotá, el segundo cargo de importancia del país, después de la presidencia. Ellos son ellos los que están llenos de pánicos, por que si logra desarrollar el programa propuesto como candidato, lo más seguro es que sea elegido Presidente de la República en un futuro próximo.
Y no es para menos que se encuentren tan asustados, ya que Gustavo Petro es un hombre con decisiones y de ejecuciones. En los últimos 50 años en Colombia no ha habido una persona como él, tan coherente con sus ideales y convicciones. Con un valor civil admirable, que las adversidades no lo avasallan. Sólo su propio reconocimiento de que ande por mal camino  o se encuentre en un lugar equivocado. Por esto se desmovilizó del M-19 y se salió del Polo.
Todo el mundo le censuró su voto a Alejandro Ordoñez Maldonado, para elegirlo Procurador General de la Nación en reemplazo del vallenato Edgardo Maya Villazón, quien permaneció en ese cargo durante dos periodos consecutivos. No se entendía por que un reconocido izquierdista votaba por un ultraconservador a ultranza.
Las ejecutorias de Alejandro Ordoñez Maldonado como Procurador, han demostrado por qué Petro lo favoreció con su voto. Su imparcialidad y probidad no se puede desconocer. Pues sus sentencias tiene temblando a los corruptos de cuello blanco, a ‘Uribito’, el ex ministro estrella del ex presidente Uribe, le acaba de ratificar  la sanción de 16 años de inhabilidad política por el escándalo del programa de subsidios agrícolas, Agro Ingreso Seguro (AIS).
Toca esperar como es el desempeño de Petro en sus cuatro años de gobierno en la alcaldía de Bogotá, para que obtenga los resultados esperados tiene que rodearse de gente honesta y capacitada, el sabe quienes son y está dispuesto en no equivocarse y no le temblara el pulso en expulsar a los colaboradores que intenten engañarlos.
No es fácil identificar a los corruptos asolapados, pero tendrán que ponerse muy bien la piel de camaleones o el disfraz de corderos.

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