… La manera de triunfar en el comercio virtual.
Los emprendedores actuales entienden, cada vez mejor, que los negocios con futuro son aquellos que conectan necesidades con soluciones -conductores y pasajeros, viajeros y arrendatarios, o compradores y vendedores-.
Dentro de esta tendencia aparece el social commerce, el cual se ha vuelto tan robusto, rentable y serio, que empresas tradicionales, con un mercado consolidado, están volcando sus esfuerzos de ventas, por ejemplo, hacia las redes sociales y sus chats. Es que las cifras son impresionantes: solamente en América Latina, se generan a diario más de 200.000 millones de interacciones entre compradores (social buyers) y vendedores (social sellers) por medio de chats o redes sociales que terminan en ventas reales.
¿Cómo despreciar un escenario con tal potencial?
Lastimosamente, la experiencia me ha mostrado que muchos emprendimientos virtuales, o intentos de compañías que buscan posicionarse en el comercio electrónico, sobre todo, aquellas que tienen ventas por catálogo, fracasan y no sacan ese gran potencial que tiene el escenario virtual, porque quizá desconocen cómo gestionar las oportunidades de ventas que ofrece la tecnología.
Lo primero que deberían evaluar estas empresas con fuerzas de venta externas e internas es cuáles son aquellas fricciones que no dejan fluir la decisión de compra hasta convertirla en una venta real.
Una de las más comunes tiene que ver con la incapacidad de las organizaciones de contar con canales de comunicación efectivos con sus clientes; lo anterior, se desprende de una ineficiente forma de gestión con la fuerza de ventas o una falta de unificación en la manera como realizan la labor comercial por medio de herramientas como chats o redes sociales.
Para solucionar tal fricción, estas compañías deberían apostarle al uso de herramientas que permitan unificar los mensajes, los catálogos, los links de pago y, en general, todos los componentes del proceso de venta que hagan mucho más sencillo el proceso.
Para que la gestión funcione mejor, la idea es que solo un administrador –designado por la compañía- maneje todos los procesos. Esto permite, por un lado, que las empresas tengan un mejor control sobre la interacción con el cliente en la última milla de venta, incluyendo los mensajes informativos unificados, sin que el vendedor pueda cambiarlos; y por otro lado, se pueda recopilar la Big Data asociada a los clientes, que ayudará a identificar el perfil particular de ellos y, más importante aún, lo que están demandando.
Solo herramientas que hagan uso procesos de inteligencia artificial pueden ofrecer este tipo de ayuda tan especializada para compañías. Un caso de éxito puede ser Peiky, la startup 100% colombiana que tengo el orgullo de dirigir.
Con la nueva versión para empresas, ayudamos a los emprendedores a centralizar procesos y canales para que cuenten con una aplicación que les va a desmenuzar la información en tiempo real, por ejemplo, de los mensajes más usados, de los productos más vendidos, de la concertación de algún tipo de venta en zonas específicas, entre otras facilidades.
Apostar por estos desarrollos es una ventaja competitiva, porque no permite otra cosa sino optimizar tiempo y recursos totalmente aprovechables para el emprendedor virtual que está innovando y quiere seguir triunfando en esta nueva era del comercio mundial.