“Amigo, qué quiere decir amigooo…” se escuchaba el canto en un salón dispuesto en el Ubérrimo donde se celebraba el día del amor y la amistad entre las más altas dignidades del Centro Democrático. Y a pesar de las un millón ochenta y siete mil novecientas ochenta y cinco razones para desear que este 2020 se acabe, en el corazón del partido del presidente eterno: Uribe, con todos los protocolos de bioseguridad se realizaba este festejo donde no podía faltar el tapabocas, con refuerzo para algunos como Pachito Santos, para que no la embarraran al hablar.
La celebración era transmitida en vivo por las periodistas Vicky Dávila y Salud Hernández y en la entrada del salón que quedaba por la derecha, se podían observar las fotos de personajes de la oposición como Gustavo Petro e Iván Cepeda, a quienes se les tenía prohibido el ingreso.
Para ahorrarse los músicos y mucho más después del crédito a Avianca, al compás del ministro Alberto Carrasquilla nuestro austero presidente Iván Duque tomó su guitarrita y empezó a entonar: “Eres como una espinita que se me ha clavado en el corazón”, mientras a las afueras algunos representantes de pequeñas empresas que se habían dirigido al sitio para protestar, replicaban: “Suave que me estás matando, que estás acabando con mi amor”. Después Hassan Nassar inició su show de predicciones, atinando como siempre nos tiene acostumbrado en redes sociales.
Luego empezó la entrega de regalos y con aislamiento selectivo, Uribe recibió un detalle muy especial que por el proceso de entrega y para que no se presentara manipulación de testigos solo era válido para reclamar en la Fiscalía; así mismo sorprendió el cuadro del Sagrado Corazón de Uribe que le trajo Paloma Valencia y que avivó el grito de los asistentes, liderados por José Obdulio Gaviria ¡¡¡Que viva nuestro mesías!!!
El presidente Duque recibió una brújula para ver si encuentra el norte y un set portátil de televisión para que después de la presidencia siga con el Show de Iván y sus Bam Bam, quienes serían interpretadas por Alicia Arango y María Paula Correa.
A una muy entusiasmada Martha Lucía Ramírez le regalaron dos álbumes fotográficos, uno para guardar los buenos recuerdos y otro para las no deseadas tragedias familiares. Y no podía faltar el regalo de Óscar Iván Zuluaga que estaba un poco nostálgico, y a quien el presidente Duque le entregó una réplica de la banda presidencial, para que la use y en el espejo observe como se hubiera visto de mandatario nacional.
Y para que los mamertos se la dejen de montar, a Ernesto Macías le dieron una beca para que valide sus estudios on line. Al pobre Andrés Felipe Arias, conectado de manera virtual, le regalaron la presunción de inocencia por parte de todos los asistentes de la noche.
A María Fernanda Cabal le obsequiaron una enciclopedia de cultura general para que se informe antes de publicar un trino y a Paola Holguín una colección de personajes de Star Wars, pero los del lado oscuro que tanto le encantan.
Y así, mientras se repartían los regalos, en medio de la algarabía algunos vecinos a kilómetros de distancia se empezaron a quejar y llamaron a la policía, que los atendió a bolillo. Además, todo estaba bajo control pues estaban invitados el fiscal Francisco Barbosa, la nueva procuradora Margarita Cabello, el defensor del pueblo Carlos Camargo, el contralor Carlos Felipe Córdoba, el ministro de defensa Carlos Holmes Trujillo y el abogado Abelardo de la Espriella.
Al final todos se despidieron felices y con la fe que la celebración había quedado mejor que la de la oposición, de la cual daremos detalles en una próxima oportunidad.