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En alerta ante crecientes súbitas

El pasado fin de semana se presentó la primera creciente súbita en el río Guatapurí.

Cuando el río Guatapurí se crece, en el recorrido desde su nacimiento en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta hasta su desembocadura en el río Cesar se pueden presentar crecientes súbitas en la parte alta y media de la cuenca que afectan a Valledupar, tal como ocurrió entre el 2010 y 2011 cuando se presentó el fenómeno de La Niña que produjo el desbordamiento del afluente.

Aunque no se ha vuelto a presentar una emergencia de grandes proporciones, con la llegada de las lluvias se encendieron las alarmas preventivas, debido a que el fin de semana ocurrió la primera creciente súbita que por fortuna no dejó ninguna afectación.

Abraham Hormaza Soto, presidente de la Asociación de Comerciantes del balneario Hurtado, lleva 30 años siendo testigo de los altos y bajos caudales del río Guatapurí.

“Nosotros nos hemos preparado hace varios años y cuando hay esas crecientes sabemos que el río arrastra a su paso todo lo que se le atraviese y debemos salir corriendo porque eso es inminente. Nos hemos acostumbrado a vivir con ellas y recogemos nuestras cosas y alertamos a la gente sin causar terrorismo”, dijo Hormaza Soto.

Según las autoridades, las zonas donde se generarían mayor inundación se ubican en la comuna uno, conformada por los barrios Pescaito, Paraíso, Nueve de Marzo, Once de Noviembre y Nueva Colombia.

Ante esto el responsable de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres en Valledupar, Omar Quintero, anunció que esta semana el equipo operativo de la sectorial va a hacer una rondas preventivas en la margen derecha del río Guatapurí con el fin de alertar y capacitar a los pobladores para que estén atentos por alguna creciente súbita.

Sin embargo, el coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo a nivel departamental, Juan Felipe Bermúdez, dijo que frente a la margen derecha se ha venido trabajando en el tema de mitigar y reubicar a esas familias que se encuentran en zona de alto riesgo.

“De acuerdo a las políticas que se han implementado hoy es para que no hubiera ninguna familia en ese lugar toda vez que estas ya fueron reubicadas en diferentes sitios de Valledupar”, expresó el funcionario.

Aunque algunas familias fueron reubicadas, pero el lugar ha sido reinvadido, por lo que Bermúdez anunció que se debe hacer una inspección para verificar las condiciones de estas familias y así hacer nuevamente un proceso de reubicación definitivo.

En esa zona, además de los millonarios recursos para la reubicación de las familias en riesgo, la Corporación Autónoma Regional del Cesar, construyó gaviones que disminuyen el riesgo de que las viviendas sean arrastradas por alguna creciente, pero el riesgo sigue latente.

“El municipio lo sabe, es decir que todas esas familias están en riesgo de inundación porque así lo determinan los estudios, por lo que con el tiempo estas personas deben ser reubicadas. No obstante, nosotros estamos gestionando recursos con el gobierno nacional para proteger toda la margen derecha del río a través de obras de los muros de protección”, acotó el funcionario.
Medidas preventivas

El riesgo que existe es inminente por eso las autoridades han declarado la alerta naranja, no sólo en el Guatapurí, sino en todos los ríos que nacen en la Sierra Nevada de Santa Marta, que afectan principalmente a Valledupar y Pueblo Bello.

La probabilidad de la creciente súbita permanece toda vez que se están presentando precipitaciones en la parte alta de los afluentes, y frente a eso se ha recomendado establecer un sistema de alerta temprana que permita identificar cuando se está gestando y cuando viene descendiendo una creciente súbita sobre el Guatapurí para poder alertar a los bañistas y a las personas que comercializan en el Balneario Hurtado para irlas evacuando de forma oportuna.

En el Cesar, la Oficina de Gestión del Riesgo ha emitido unas circulares en la que se hacen recomendaciones a todos los municipios. “Hoy (ayer) se le volvió a notificar al alcalde de Valledupar informándole sobre el pronóstico del Ideam y la alerta naranja que existe sobre las fuentes hídricas que nacen en la Sierra Nevada de Santa Marta, especialmente en Valledupar y Pueblo Bello”, acotó Juan Felipe Bermúdez.

El funcionario explicó que la primera consecuencia de la temporada de lluvias es la afectación a las comunidades de la ribera del río, la destrucción de algunas de las obras de mitigación en el Guatapurí, y la reducción de las ventas a los comerciantes que laboran a la orilla del afluente.

Agregó que se implementarán estrategias de monitoreo y vigilancia a lo largo del balneario Hurtado, que incluyen el apoyo de la Defensa Civil y la Cruz Roja para alertar a los bañistas cuando el caudal del río aumente y así evitar una emergencia.

“Estamos coordinando con los organismos de socorro para ver si desde mañana (hoy) están permanentemente todo el día, cuando llegan los visitantes y turistas al sector”, afirmó Omar Quintero.

¿Son suficientes los gaviones?

A pesar de los llamados para que se protegiera la margen del río Guatapurí en la zona del balneario Hurtado y las obras del parque lineal, la administración de Ciro Pupo Castro, hizo caso omiso de los mismos y en 2010, con el fenómeno de La Niña, el río se llevó gran parte de esa infraestructura que tuvo una inversión de más de 10 mil millones de pesos.

“El parque lineal ha tenido varios años en los que se vino erosionando por el río, porque el alcalde que lo construyó no tuvo en cuenta la sugerencia que nosotros los vendedores le hicimos de construir primero los gaviones, que los hicieron ahora. Esos debieron hacerlos desde mucho antes”, acotó Abraham Hormaza Soto.

Por su parte, Kaleb Villalobos, director de Corpocesar, explicó que esos 500 metros lineales de gaviones, que acaban de entregar, unidos a otros 300 que hicieron el año anterior por el sector de Pescaito, representan una mayor protección a la ciudad de esa zona hacia abajo por supuesto.

“Nosotros acabamos de entregar a la ciudad de manera oportuna, tal vez la obra de mayor impacto e importancia para lo que es la prevención del riesgo por inundaciones que se ha hecho en toda la historia en Valledupar; y la protección está dada no solamente por los gaviones, de hecho desde la ingeniería técnica se calculó el histórico de la cota máxima de inundación del río, es decir lo máximo que el Guatapurí ha podido levantarse y los gaviones se hicieron a una altura que sobre pasa ese nivel”, precisó.

Agregó que el proyecto de los gaviones no ha concluido y que Corpocesar está gestionando recursos para proteger toda la ribera del río en Valledupar.

“Nosotros presentamos ante el Ministerio de Ambiente, y estamos viabilizando un proyecto de seis kilómetros de gaviones que necesita el río para que quede protegido desde el puente Hurtado hasta muy abajo, cerca de la desembocadura al río Cesar. Para esto se necesita el conjunto de toda la institucionalidad porque la Corporación no tiene los recursos para hacerlo”, anunció Villalobos.

El Guatapurí no ha recuperado el caudal

Aunque las lluvias que han caído en la ciudad y en la parte alta del río Guatapurí, le han devuelto su fuerza a la corriente, el director de Corpocesar dijo que no se debe bajar la guardia, puesto que el afluente no ha recuperado su caudal.

“Obviamente se han presentado algunas lluvias y vemos que el agua está corriendo rápido pero desde el punto de vista de los estudios del suelo, eso lo que indica es que con estas precipitaciones de mayo no se va a lograr recuperar el caudal de los ríos porque venimos de tres años de un régimen de bajas lluvias”, aseguró.

Según la autoridad ambiental, lo que hace el agua ahora es comenzar a recuperar la humedad del suelo y se estima que con las lluvias de septiembre y octubre los ríos puedan recuperar la capacidad retener el agua.

Emergencia en otras poblaciones

El mes pasado comenzaron las lluvias y ya han causado estragos en algunas poblaciones del Cesar, lo que deja ver que las comunidades no fueron preparadas por parte de las autoridades para evitar que se repitieran emergencias como en años anteriores.

En el corregimiento El Alto de la Vuelta, al norte de Valledupar, sus habitantes quedaron incomunicados por la creciente del río Seco, tras las fuertes lluvias en la Sierra Nevada, por lo que la comunid ad pide la intervención de las autoridades y organismos de socorro. Esa población en cada temporada de lluvia queda aislada, por lo que requieren la construcción de un puente.

En la zona de Yerúa y La Caja, en el municipio de Pueblo Bello, también se presentó una emergencia debido a una avalancha que dejó 30 familias afectadas y cultivos arrasados.

“Estamos trabajando y evaluando toda la información, pero actuamos en prevención para evitar riesgos en la vida de las personas”, explicó Juan Felipe Bermúdez.

Mientras tanto se mantiene la alerta preventiva en todos los municipios del Cesar, debido a las fuertes lluvias las autoridades han comenzado a aplicar sus planes de contingencia y prevención.

Aguachica y Río de Oro, son los dos municipios con mayores riesgos de afectaciones por el invierno y también están en alerta los municipios de Gamarra, La Gloria y Tamalameque.

– Según las autoridades, las zonas donde se generaría mayor inundación es la comuna uno, en los barrios Pescaito, Paraíso, Nueve de Marzo, Once de Noviembre y Nueva Colombia.
– Aunque se acaban de entregar 500 metros de gaviones sobre la margen derecha de Guatapurí, es necesaria la construcción de más obras de protección en la ribera.
El riesgo que existe es inminente y por eso las autoridades han declarado la alerta naranja.
El río Guatapurí presenta alteraciones en el caudal, en la parte baja de la capital del Cesar.

Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co

Categories: Informe
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