La acequia Las Mercedes es el dolor de cabeza de muchos barrios al sur de Valledupar, en especial de Villa Dariana quinta etapa. Según la comunidad, este afluente arrastra basuras de los invasores y otros sectores que llegan hasta su sector ocasionando taponamiento, malos olores e inundaciones en sus calles.
Moisés Pacheco, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de Villa Dariana, asegura que las entidades competentes a este problema saben lo que ocurre pero no hace nada. “Esta acequia es de conocimiento público y que afecta a muchos barrios en especial a nuestra comunidad porque acá desemboca totalmente, trayendo basuras, desechos, animales muertos y hasta culebras”, explicó Pacheco.
Los habitantes de este sector tienen que salir con botas debido a las aguas putrefactas que recorren las calles.
“Huele muy mal, esto está afectando a los niños, ancianos, a toda la comunidad en general; hay muchas enfermedades por culpa de esta acequia cuando se desborda”, dijo Sandra Flórez, presidenta de la Junta de Acción Comunal de Villa Dariana.
A pesar de que la comunidad limpia, sigue la suciedad en el sector. “Corpocesar está enterado pero se le sale de las manos porque la dueña de la acequia manda a limpiar, pero los invasores son los que tiran la basura”, expresó Flórez.
Tres culebras han encontrado los residentes del barrio Villa Dariana. Cortesía.
Los residentes denunciaron que en su sector hay un río constante y que aunque no llueva, en su barrio llega el agua por medio de la acequia que se desborda por los taponamientos de desechos, animales y hasta colchones. “El agua entra hasta las viviendas, esto es terrible”, expresó la presidenta de la JAC.
La líder comunitaria dijo que ya han encontrado tres culebras en el sector y que teme por la seguridad de la comunidad. “La suciedad de la acequia y la cantidad de lotes enmontados a causado que lleguen culebras al barrio, esto es un peligro, hemos hallado tres”.
“Necesitamos que nos pongan atención, hemos llamado a todos lados para que nos ayuden porque estamos preocupados”: Sandra Flórez.
Por Sara Maestre DiazGranados