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A resguardarnos de la lluvia

Las acostumbradas lluvias de octubre tienen entre la zozobra y la incertidumbre a los habitantes de las zonas ribereñas de Colombia, especialmente en la región Caribe, por lo que hacemos un llamado general a estar atentos a las alertas y acatar las recomendaciones para evitar hechos que lamentar.

El Ideam ha exhortado a las autoridades de Gestión del Riesgo continuar atentas ante posibles afectaciones por crecientes súbitas del río Cesar y sus afluentes especialmente el río Guatapurí. Hay alerta roja de creciente súbita para que la población ribereña tome las precauciones ante hechos como los ocurridos el sábado anterior en el río Badillo y el Guatapurí, que presentaron caudales muy altos y que por fortuna no cobraron víctimas, solo ocasionaron algunos daños materiales.

Debe haber mucha prudencia por parte de las personas que este lunes festivo paseen por los tradicionales sitios turísticos del Cesar y La Guajira, como Hurtado, La Vega, El Mojao, La Mina, El Rincón, La Mesa, Manaure, San Diego, San Juan del Cesar, entre otras zonas con ríos que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá.

Además hay que tener presente la alerta naranja existente ante la amenaza moderada por deslizamientos de tierra detonados por lluvias en zonas de ladera y alta pendiente. Estas advertencias no deben menospreciarse, pues recordemos que el pasado mes de julio luego de una intensa lluvia, en zona rural del municipio de Pueblo Bello, un alud mató a tres miembros de una familia arhuaca.

Además nos solidarizamos con las familias afectadas en Uribia, La Guajira, una zona desértica que el sábado quedó con 18 barrios bajó el agua, debido al desbordamiento de los arroyos Kutanama y Chemarrain. Por fortuna, ha habido una tregua de las precipitaciones, las condiciones meteorológicas se tornan favorables para que avancen las obras de construcción de muros de contención. Sin embargo, las lluvias continuarán, según el Sistema de Alertas Tempranas de La Guajira.

Destacamos la labor del Ejército, Policía, Bomberos, Cruz Rojas y demás organizaciones que han colaborado en la prevención y atención de las calamidades generadas por el intenso invierno en las diferentes regiones, principalmente en la península.

El imponente poder de la naturaleza hay que respetarlo y atender sus señales, porque casi siempre es previsible. Los organismos de socorro, oficinas de gestión del riesgo y comunidades deben estar atentos, coordinados y en constante comunicación para evitar o mitigar las afectaciones de las lluvias que se registrarán durante octubre.

Para concluir, no toca decir que es lamentable el corregimiento El Alto de la Vuelta, a 20 kilómetros de Valledupar, vuelva a quedar incomunicado, como ocurre en cada temporada de lluvia. El pasado mes de noviembre registrados en nuestras páginas la foto del director del Instituto Nacional de Vías, Invias, Carlos García, en el sitio donde se instalaría el puente militar de 50 metros sobre el río Seco, estructura gestionada por la Alcaldía de Valledupar para solucionar la problemática de comunicación terrestre, pero los anuncios de autoridades locales y nacionales parecen ser arrastrados por la corriente. Ojalá que esta sea la última ola invernal que aísla a El Alto de la Vuelta.

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