Por lo menos 230.018 hectáreas del departamento del Cesar tenían siembras de palma de aceite, maíz, café, arroz, yuca, cacao, fríjol, entre otros, hasta el 2021 de acuerdo con la Unidad de Planificación de Tierras Rurales, Adecuación de Tierras y Usos Agropecuarios, UPRA.
EL PILÓN consultó a esta institución del Ministerio de Agricultura cuántas hectáreas del departamento están siendo utilizadas en agricultura, la cual respondió esa cifra basada en las Evaluaciones Agropecuarias Municipales (EVA).
La información sobre el particular, contenida en un oficio, está firmada por el director general de la UPRA, Felipe Fonseca Fino.
EN LOS 25 MUNICIPIOS
Estos cultivos están ubicados en los 25 municipios, es decir, Valledupar, Aguachica, Agustín Codazzi, Astrea, Becerril, Bosconia, Chimichagua, Chiriguaná, Curumaní, El Copey, El Paso, Gamarra, González, La Gloria, La Jagua de Ibirico, Manaure, Pailitas, Pueblo Bello, Río de Oro, La Paz, San Martín, San Alberto, San Diego Pelaya y Tamalameque.
Vea los cultivos por municipio, cifra más reciente: 2021.
¿Y LA GANADERÍA?
Sobre los terrenos dedicados a la ganadería, la UPRA indicó que “la única información disponible que permite realizar una aproximación” de esa área “es la relacionada con las coberturas de la tierra”, suministrada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, en 2018, que data de 1.085.234 para el departamento.
No obstante, la Unidad acotó que “la presencia de pastos no implica necesariamente que se desarrollen actividades pecuarias” en dichos terrenos. Las cabezas de ganado también superan el millón en el Cesar, según fuentes oficiales.
Estos datos reafirman que el campo en esta parte del país está dominado por la ganadería, situación que ha generado que diferentes sectores hagan un llamado para que esta actividad sea sostenible.
SISTEMA SILVOPASTORILES
La Federación Nacional de Ganaderos, Fedegán, ha propuesto implementar cada vez más los sistemas silvopastoriles, porque “favorecen el reciclaje de nutrientes, la fertilidad de los suelos, el secuestro de carbono y la disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Camilo Villegas, ganadero del municipio de Astrea, ha dicho a esta casa editorial que aunque los sistemas silvopastoriles son una opción viable para preservar el medio ambiente, los costos de su implementación impedirían que sean utilizados por la mayoría de quienes realizan estas actividades pecuarias. Fedegán no comparte esa posición.
LA UPRA
Fuentes oficiales indican que el objeto de la UPRA es orientar la política de gestión del territorio para usos agropecuarios, “para lo cual planifica y produce lineamientos, indicadores y criterios técnicos para la toma de decisiones sobre el ordenamiento social de la propiedad de la tierra rural”.
También establece criterios para “el uso eficiente” del suelo para fines agropecuarios, la adecuación de tierras, el mercado de tierras rurales y el seguimiento y evaluación de las políticas públicas en esas materias.
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REDACCIÓN.