Por: Amylkar D. Acosta M
Ya habíamos llamado la atención sobre el hecho de que en la más reciente Encuesta de Invamer Gallup, según la cual en su orden el poder adquisitivo y la economía ocupan el primer lugar en sus preocupaciones con el 43%, otros el 38% y el orden público el 18%.
Empero, como lo sostiene El Espectador “la economía, que según las encuestas es la principal preocupación de los electores, no parece ser una prioridad para quienes aspiran a ser elegidos”. Ello es muy preocupante, pues, como lo afirma Fernando Giraldo, “ al no haber discusión sobre la calidad de las propuestas programáticas, tampoco se puede esperar que haya buenas políticas públicas cuando algún candidato llegue al gobierno”.
Son muchos los interrogantes que todavía, a menos de 40 días de las elecciones presidenciales, siguen sin respuesta. El mismo periódico hace una bien afortunada síntesis de los temas que ameritan una mayor atención por parte de los equipos de las campañas y a los que se les debe abrir espacio en la controversia pública para su dilucidamiento.
Nos dice El Espectador: “los candidatos deberían tratar de responder al menos las siguientes preguntas sobre el futuro de la economía nacional: ¿Qué piensan hacer para equilibrar las finanzas del gobierno nacional? ¿Están pensando en presentar una reforma tributaria? Si sí, ¿cuál es la meta de recaudo prevista? ¿3 ó 5 ó 7 billones de pesos? ¿Piensan mantener el impuesto al patrimonio y el gravamen a las transacciones financieras? Y más importante aún, ¿de qué manera van a lidiar con las restricciones y las inflexibilidades impuestas por los contratos de estabilidad tributaria, por las sentencias de la Corte Constitucional y por la misma oposición política en el Congreso que ha frustrado todos los intentos previos de aprobar una reforma tributaria estructural?.
¿Están de acuerdo con el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos? ¿Estarían de acuerdo con un tratado similar con la China? ¿Insistirán en el ingreso a Mercosur? ¿Creen en la inversión privada en infraestructura y en servicios públicos? ¿O consideran por el contrario que el Estado debe concentrar el grueso de las inversiones en estos sectores?. ¿Darán continuidad a los procesos de democratización de Ecopetrol, ISA e Isagen?. ¿En qué piensan invertir los ingresos provenientes de la venta de acciones de compañías estatales?.
Y finalmente, ¿qué piensan hacer para reducir el desempleo y la informalidad? ¿Están de acuerdo con el desmonte o la reducción de los llamados parafiscales? Si sí, ¿cómo financiarán los programas de capacitación laboral y cuidado infantil? ¿Están pensado en subsidiar la generación de empleo formal?. ¿Para todo el mundo o sólo para los trabajadores sin título universitario? ¿Piensan implantar esquemas diferenciales de salario mínimo? ¿Para quién? ¿De manera permanente o transitoria?”.
Sería interesante saber qué propuestas tienen para alcanzar los objetivos del Milenio, qué opinión tienen sobre la propuesta de crear el Fondo de Compensación y Equidad Interregional, es bueno saber quienes de ellos comparten la propuesta de Fedesarrollo de crear una sola Bolsa en donde vayan a parar los recursos del Sistema General de Participación (SGP) y las regalías, qué ajustes le introducirían a la reforma laboral (Ley 789 de 2002), están dispuestos a cambiar el Modelo económico del actual gobierno o por el contrario lo profundizarían. En fin, podríamos añadir muchos otros interrogantes, pero contentémonos con estos.