“Yo no fui quien lo asesinó, fue mi hermano; yo soy inocente y no tengo nada que ver con este hecho. Tengo la plena seguridad de que fue mi hermano el que lo mató”, así lo confesó de una manera tranquila, parca y sin tapujos, Leonardo Ramírez Misal, conocido como ‘El Ñoño’, un joven mecánico de 23 años, capturado por la Sijín en cumplimiento de una orden librada por la Fiscalía por los delitos de homicidio y porte ilegal de armas y municiones.
Esta confesión en estrado, dejó perplejos a la juez, al Fiscal, a la representante del Ministerio Público y demás asistentes a la audiencia pero, en especial a los familiares de la víctima y a los del victimario; estos últimos, se fueron en llanto, sin darle credibilidad a la sorprendida confesión del aprehendido, quien manifestó públicamente “Yo quiero colaborar con la justicia, quiero que se sepa la verdad y por eso estoy aquí dando la cara. El día y la hora en que mataron a ese señor, yo estaba tomándome unas cervezas con unos amigos en la esquina de mi casa, en la carrera 21 con calle 30 del barrio Primero de Mayo. Les confieso, hasta donde yo estaba, llegó un amigo, de cuyo nombre no me acuerdo; él es el dueño de la pistola con la cual mi hermano cometió el homicidio y que al parecer se la había alquilado y me dijo… “Tu hermano, acaba de pegarle unos tiros a un tipo en el barrio San Martín e iba en la moto con un man que le dicen ‘Cara de Nene’”.
Agregó que “yo me llamo Leonardo Ramírez Misal, y mi hermano José Leonardo Ramírez Misal, tenemos parecido, somos mellos. Sé que él llegó a la casa, agarró su ropa y se fue, pero no sé para dónde”, según lo relató descarnadamente el capturado.
Al inicio de este testimonio, la Juez tuvo que intervenir para que el apresado no continuara con esa confesión y luego de reunir al abogado de la defensa, al Fiscal y la representante de la Procuraduría Regional del Cesar, decidieron que continuara pero bajo la gravedad de juramento que se tomó en ese momento.
¿Qué decisión tomó la Juez?
Teniendo en cuenta la sorprendida confesión, la Fiscalía 25 en turno de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, solicitó a la Juez que le dictara medida de aseguramiento con beneficio domiciliario, mientras avanzan las investigaciones para establecer si realmente el apresado dijo la verdad y capturar a los verdaderos responsables del crimen. Igual solicitud, había hecho el abogado defensor a la Juez, pero debido a la gravedad del hecho, la Juez decidió enviarlo a la Cárcel Judicial de Valledupar, mientras se le da credibilidad a la confesión del imputado, porque en ese momento, no tenían pruebas de lo revelado, pero sí existían los elementos materiales probatorios y legalización de captura de Leonardo Ramírez Misal.
La Fiscalía por su parte, trabajará en busca de los elementos materiales probatorios sobre la confesión y, de esa manera, la investigación pueda dar otro viraje.
¿Cuál es el caso?
Este hecho hace referencia al asesinato perpetrado contra el tendero, Said José Santiago Manosalva, abaleado el pasado 20 de abril en el establecimiento público Merkafácil o La Rockola, situado en la calle 23 con carrera 32 del barrio San Martín, al sur de Valledupar y, en cuya parte externa, se encontraba sentado el hombre de negocios; hasta allí llegaron dos hombres en motocicleta, el parrillero se bajó, se acercó a la mesa de la víctima, lo encañonó para que le entregara el bolso que cargaba donde tenía más de un millón de pesos y sus pertenencias de valor y al no acceder a sus pretensiones le propinó dos heridas al parecer de pistola calibre 7.65, de uso exclusivo de las fuerzas militares.
Un testigo fue la clave para que los investigadores lograran recopilar información sobre el supuesto asesino al recolectar las pruebas suficientes mediante entrevistas, retratos hablados y reconocimiento de álbum fotográfico.
Por Abdel Martínez Pérez
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