Yarime Lobo brota creatividad por los poros, es artista, activista, visionaria y con una energía arrolladora, su presencia nunca pasa inadvertida, desde su atuendo, viste con túnicas artesanales, que se convirtieron en su identidad como un homenaje a la simpleza, y tal como es su personalidad antisistema, como protesta de esa vanidad falsa que ha envuelto el mundo.
La conocí, cuando en mi rol de mi creencia cristiana, lideré un grupo de profesionales de la ciudad llamados los ‘José’, emulando a ese gobernador de Egipto, mano derecha de Faraón, que por la Gracia de Dios salvó al pueblo de morir de hambre con sus sabias estrategias. En nuestro propósito, reunimos personajes relevantes, sensibles a la Palabra de Dios, que tal vez no serían pastores en una iglesia, pero sí podrían impactar al mundo desde su lugar de trabajo, logramos un hermoso grupo conformado entre otros por la rectora de la Universidad Areandina, Gelca Gutiérrez; el historiador Tomás Darío Gutiérrez; el otorrino Luis Ángel Rodríguez y su esposa María Margarita Ustáriz quien fuera secretaria de Gestión Social y, por supuesto, Yarime Lobo Baute, la inquieta secretaria de Obras Públicas del municipio de Valledupar.
Yo como siempre he sido pequeña de tamaño, pero conociendo la valía que me da ser hija de Dios, me convertí en su madre espiritual de estos líderes de la ciudad; “Mother Spirit”, me decía Yarime con desparpajo, ella me hacía estudiar mucho la Biblia y preparar las charlas para estar al nivel de sus inquietantes cuestionamientos, porque nunca tragaba entero.
En esa época se hacían eventos de cuidado con visitas constantes antes de que el celular hubiese acabado con la calidez de los abrazos, yo no salía de esa gran casona ubicada en la calle tercera de Valledupar, donde Yarime vivía con sus pequeños Isabella e Ismael, la misma que decoró como una galería de arte; allí logramos construir un círculo de apoyo que le permitió salir adelante en momentos de cambio y evolución de su vida.
Hoy vivo orgullosa de ella, de su talento como arquitecta, de sus pinturas, sus exposiciones, sus murales, sus fotografías, de sus escritos, de sus obras de arte en técnica de mosaico en todo el país, de la manera como logró convertirse en una mujer Cafam, referente de nuestra región.
Yarime Lobo es una mujer estructurada e inteligente que cada día sorprende con sus innovaciones, sólo su nombre es cultura, un manantial de amor por el arte y por nuestra tierra.
Por: Yanitza Fontalvo Díaz.