El mundo se está metamorfoseando de manera acelerada pero no se sabe para dónde va aunque ya encontró la puerta. Alicia en El País de las Maravillas le pregunta al Conejo: ¿Dónde está la puerta? Y le responden: No se trata solo de saber dónde está la puerta sino a dónde conduce. Y eso, todavía no se sabe.
El mundo está mutando. Cambió el modo de producir y de hacer riqueza tal y como afirma Sanguinetti: los nuevos ricos no son, hoy día, los banqueros tipo Rockefeller o fabricantes de carros tipo Henry Ford: la riqueza ya no reposa en lo material sino que cambió de ubicación. Está en un ‘No Lugar’. En la ‘Inteligencia Artificial’, en la innovación, en la creatividad. En lo inmaterial.
Está en lo incorpóreo: en lo digital, en las redes, en la información, en lo inasible o en lo que Byung-Chul Han llama “No cosas”. Y eso lo sabe China. Allá la Inteligencia Artificial hace parte de la política pública y del pensum escolar al punto que se dicta en las aulas de educación infantil.
Las sociedades están transitando hacia lo no sensorial, hacia lo incorpóreo, al distanciamiento social y al acercamiento virtual. Los algoritmos serán el nuevo lenguaje que dominará el mundo.
Chul-Han escribe que la información y el acceso -que son ‘No cosas’- se superponen a las cosas porque es “la información, no las cosas, las que determinan el mundo en que vivimos”, ya que más que cosas u objetos el hombre busca más y más información, más datos y acceso a aplicaciones, a internet y así está transitando a un mundo de ‘No cosas’ y ello puede crear, con las fake news, burbujas que se alejan de los hechos y de la verdad.
Acceso, dice Hul-Chan, es la clave en la época que está naciendo. El acceso a redes y plataformas. Por ejemplo, los libros pasaron de ser una cosa que se hojeaban, envejecían y ocupaban un lugar a un libro digital que es una No cosa la cual no se posee pero se tiene acceso.
Y las implicaciones de ese mundo en las relaciones sociales, públicas y familiares son gigantescas e imprevisibles. En la comunicación digital lo sensorial se desvanece, el otro está cada vez menos presente; el otro, escribe Hul-Chan, tiende a desaparecer porque con el Smartphone se prefiere escribir que llamar y así, en este camino que todavía no se sabe a donde llevará, el hombre se individualiza cada vez más y tiene comunicaciones descorporeizadas y así no se crea comunidad, ni afectos, ni lazos, ni permanencia. Ya nada será como era.
PD: A la familia Campo Cuello, la cual siento como propia: la ausencia también es presencia; es otra forma de lenguaje, de comunicarse. María Cecilia ya no está pero está de otra forma, incorpórea. La muerte es sagrada y lo sagrado está ligado al silencio y el silencio nos hace escuchar(la) y tenerla presente. Un abrazo sentido a todos ustedes.