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¡Ya me vacuné!

Las vacunas han salvado millones de vidas y es la forma más efectiva para combatir enfermedades como la viruela, tétano, difteria, influenza, sarampión entre otras. Pues bien, con alguna frecuencia mi esposa y yo visitamos el municipio de Pueblo Bello (Cesar), allí pudimos observar que los lugareños son renuentes a vacunarse por razones de diferente orden. Lo cierto es que se abre el puesto de vacunación en el Hospital Camilo Villazón Pumarejo, y son muy pocos los que asisten.

En Valledupar, la situación es a la inversa, la gente acude masivamente a los centros de vacunación dispuestas a esperar lo que sea necesario para aplicarse el antídoto contra el SARS-CoV-2/COVID-19. Es así como, aprovechando la situación que se presenta en el mencionado municipio, acudimos al hospital para preguntar por la vacuna y nos agendaron para el sábado, justo el día en que estoy escribiendo la columna.

Llegada la fecha acudimos al hospital, logrando el objetivo sin demoras y con una atención cálida y profesional por parte del personal que labora en la entidad, y en especial por Cindy Martínez, la jefe de vacunación para quien va nuestros sinceros agradecimientos. Luego de vacunados nos informaron que la segunda dosis quedó para el 26 de junio y se nos hizo entrega del respectivo carnet.

 Se nos advirtió, además, que la vacuna reduce la posibilidad de presentar la enfermedad y cumplió con los pasos para la validación científica y sanitaria que permite su aplicación segura en humanos. La inoculación del biológico puede producir dolor de cabeza (cefalea), fatiga, fiebre, mareo, malestar general, adormecimiento de las extremidades, reacciones alérgicas moderadas o severas, entre otros síntomas. Afortunadamente, ni mi esposa ni yo experimentamos ninguno de dichos síntomas.

La vacuna que nos aplicaron es la Sinovac-Biotech, que a diferencia de la Pfizer exige solo entre 2 y 8 grados centígrados. Es una vacuna desarrollada por una compañía farmacéutica con sede en Beijing, que tiene una efectividad del 67 % en la prevención de contagios. La experiencia de China en esta materia es inobjetable, toda vez que el virus se detectó en ese país y de ahí se extendió a todo el planeta.

Finalmente, es necesario seguir con las medidas del lavado frecuente de las manos, distanciamiento social y el uso del tapabocas. Es asombroso ver que la mayoría de los pueblobellanos no se están cuidando de manera adecuada poniendo en riesgo su salud y la de todos los lugareños. 

Aplicarse o no la vacuna es decisión de cada quien, pero debe ser el resultado de una adecuada información para que el consentimiento sea válido. No olvidemos que el riesgo de contagio no solo lo corre la persona, sino también su núcleo familiar y social. darioarregoces@hotmail.com

Nota de cierre: Oramos al Todopoderoso por la pronta recuperación de nuestra prima Sandra Arregocés.

Por: Darío Arregocés.

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