“Es una segunda oportunidad, aunque yo no dejo la locura”, cuenta entre sonrisas Ana del Castillo. Es su talento, la personalidad festiva y el desparpajo los escalones para ser quién es hoy.
Con esa estampa tocó fondo, aunque ahora viva un ciclo de magia. Quizás en uno de los mejores momentos de su carrera, Ana del Castillo recorre tarimas y medios presentando su sencillo ‘Ya es mío’.
Pese a que junto a Iván Villazón logró que su voz resonara en las emisoras de casi todo el país y más de seis millones de reproducciones en YouTube, ‘Ya es mío’ es su interpretación especial. “Con la anterior canción (Pero que va) se hablaba del maestro Iván Villazón, esta canción suena y tiene la marca de Ana del Castillo”, explicó la cantante que el pasado nueve de abril cumplió veinte años.
‘Ya es mío’ es un regalo del maestro Omar Geles, una de las personas más influyentes de su vida. Quien dentro de lo que ella considera el machismo del vallenato, hizo una excepción especial. “Le toca trabajar el doble a la mujer, aparte de que los compositores, todos excelentes, le dan las mejores canciones a los hombres. Cuando le ven el potencial a la mujer le dan buenas canciones, ‘mirá’ a Omar Geles, me dio una excelente canción, por eso estaré agradecida toda la vida”, señala Del Castillo.
La canción cuenta con más de dos millones de reproducciones en YouTube. Incluso bromea con su éxito. “La gente me cerró la boca. Yo decía ‘que se van a saber esa canción’ y donde voy la gente la corea”, detalla la cantante con su tradicional alborozo.
Pero en su vida no todo fue magia. El pasado 20 de febrero protagonizó un accidente de tránsito a bordo de una camioneta al norte de Valledupar. La cantante estuvo internada en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Erasmo durante cuatro días en los que se debatió entre la vida y la muerte. Superó la prueba y hoy está de vuelta en los escenarios.
“Uno llega hasta un punto donde toca fondo, donde le toca madurar sí o sí. Toqué fondo, hice una casa allá una abajo, una mansión. Ya era hora de avisparse” relata la voz femenina. En esa tranquilidad y frescura por la que algunos encuentran similitud con los comportamientos de Diomedes Díaz, combina su tragedia con sus anécdotas.
“Mis disparates me traen más amores que odio. La verdad aunque siempre habrá más gente buena que mala, te criticarán, ese es el precio de la fama”, detalla. Desde joven su talento le cedió un espacio en el mundo artístico, permitió que se hablara de ella, aunque en varios casos primó la polémica.
Ahora la acompaña Jafid Nazar, el acordeonero de la agrupación. El joven de 24 años, natural de Corozal, Sucre, es su fórmula y un ‘compa’. “Nosotros somos muy amigos, somos pana, llave, nos contamos las cosas”, explica Ana del Castillo. Ambos se presentarán el 10 de mayo en Medellín cumpliendo agenda de un mes lleno de conciertos.
Comparten tarima y el aprecio por el vallenato tradicional, aunque en su sinceridad, Del Castillo reconoce que es difícil pegar con el vallenato raizal. Sin embargo tampoco le apuesta a las alteraciones. “No hacemos vallenato tan viejo ni tan nuevo, el secreto es colocarlo contemporáneo, cantando con la cadencia del vallenato, nada de rock, nada de pop, vallenato que sabe a vallenato pero que también es comercial”, señala la artista.
Jafid Nazar la complementa: “El claro ejemplo es ‘Ya es mío’, una canción que no tiene tanta cosa, tantas ‘vainas’, no tiene tantos efectos. Es una canción melodiosa y que está teniendo éxito”.
A sus 20 años y con la experiencia de depender de respiración artificial luego de un accidente, Ana del Castillo asegura ya tuvo la recompensa de sus errores y ahora goza del pago del trabajo disciplinado.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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