Fue el patriarcado la primera forma de familia y su antigüedad se remonta a los tiempos bíblicos donde Abraham, Jacob e Isaac fungen como los dueños de la familia, de los siervos – incluidas las concubinas-, el rebaño y las tierras de labranza, según lo relata el libro del Génesis. Por aquél entonces la mujer era vista como un instrumento necesario para la perpetuación de la especie, y pare de contar, a tal punto que si no era capaz de traer hijos al mundo era menospreciada, y los ejemplos abundan: Sara, Raquel e Isabel para mencionar solo algunas. Pues bien, sucede que en la actualidad, a diferencia de lo que ocurrió en el pasado histórico, la mujer ha logrado superarse, y ganar espacios que antes eran de exclusivo dominio del varón; incursionó en la universidad, logró el derecho al voto. Es así como hoy tenemos en nuestro país a una vicepresidenta, asimismo incursionó en el campo laboral y artístico, de suerte que nuestro Festival de la Leyenda Vallenata tuvo como su principal gestora a Consuelo Araujo Noguera, sin desconocer el significativo aporte del Dr. López y del maestro Rafael Escalona.
Hoy, con grata sorpresa, he leído el artículo de Mariaruth Mosquera, en donde se informa que las directivas del Festival de la Leyenda Vallenata aprobaron la participación femenina en dos categorías, mayores y menores. Considero que se hace justicia, pues ya era hora de salir del monopolio patriarcal, y dar la oportunidad a mujeres virtuosas en la interpretación del acordeón y en la composición, pues de paso se le hace un homenaje a Rita Fernández Padilla, a Estelita Duran Escalona (La Novia del Vallenato), a Maribel Cortina y Cecilia Mesa (q.e.p.d.) entre otras muchas, quienes dieron y siguen dando lo mejor de sí mismas, para engrandecer el folclor.
En ese orden de ideas, la decisión tomada va en la dirección correcta, y serán las damas la que en adelante con sus notas musicales tengan la última palabra, de tal suerte que obtengan muy pronto el máximo galardón del certamen. Es que el Festival de la Leyenda Vallenata no puede darse el lujo de ser excluyente, pues ello sería retrógrado inconstitucional y a todas luces injusto. Así que respetando las opiniones en contrario, brindo la más calurosa bienvenida a todas las damas que participaran en la 52ª versión del Festival de la Leyenda Vallenata, y felicito a Hernando Riaño Baute y a Sandra Arregocès, y a todos los que contribuyeron al logro de este objetivo.