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Ya comienza el festival… vinieron a invitarme

Hace 57 años se está desarrollando el festival de la leyenda vallenata, un festival que nos ha llenado de gloria, un festival que ayudó a forjar una región, no solo a un pueblo, ni a un departamento, le ha dado lustro a una comarca entera.

Y todo está sincronizado, es decir, hay elementos que nos permiten decir que el Cesar, La Guajira y el Magdalena, que anteriormente era un solo departamento y que por principios e intereses políticos se dividieron de manera injustificada para muchos, y con intereses personales para otros, aportaron significativamente para que eso se diera así.

El departamento de La Guajira fue creado el 1 de julio de 1965. El Cesar mientras tanto nació como departamento un par de años más tarde; por Ley 25 del 21 de junio de 1967, firmada por el presidente Carlos Lleras Restrepo y el decreto que dio vida a la primera junta organizadora del nuevo departamento. El departamento fue inaugurado seis meses después, el 21 de diciembre de 1967.

Todo esto para concluir que son más las cosas que nos unen, que aquellas que nos distancian. 

Y la música, el folclor vallenato no es la excepción, somos hermanos de territorios, queremos tanto a La Guajira, como amamos entrañablemente a Valledupar, capital del Cesar.

Y nos encontramos que recién inaugurado el departamento se crea el primer encuentro de acordeoneros y se inicia en el año 1968 con la empatía de Consuelo, Escalona y López la primera versión del festival vallenato; una trilogía genial: Consuelo Araujo ‘La Cacica’ y reina del festival; el maestro Rafael Escalona el mejor y más grande compositor cronista del vallenato; y el doctor Alfonso López, primer gobernador del departamento y más tarde presidente de Colombia.

Primer rey 1968, Alejandro Durán de El Paso, Cesar; luego ganó Nicolás Colacho Mendoza de La Guajira; y así han reinado grandes intérpretes de estos departamentos y de muchos otros en todo el territorio nacional.

El primer rey de reyes fue Colacho en 1987; dándole a La Guajira ese botón de oro que reconquistó el Cesar con ‘El Cocha’ Molina, con Hugo Carlos Granados, el hijo de Billo de Mariangola, y Alvarito López, actual rey de reyes de una dinastía grande de La Paz.

Justo en este momento, cuando escribo esta columna, escucho las notas y la voz de una niña que interpreta y canta: Isabel Sofía Picón, oriunda de Ocaña, esa provincia lustrosa que también ama el vallenato, una entrevista que le hace ‘Yo José Gabriel’.

Y esto desde luego que nos llena de un orgullo inmenso, ya viene la versión 57 del Festival en abril, mayo de 2024 y vamos a disfrutar de esta magnánima fiesta. La mejor del planeta, la que nos identifica ante todo el mundo.

Y cierro diciendo que La Guajira parió al más grande cantor del vallenato: Diomedes Díaz, y le siguen Poncho Zuleta; Silvestre Dangond, Jorgito Celedón y muchos más; el Cesar tiene a Peter Manjarrés, a Iván Villazón, la voz tenor, homenajeado este año de manera especial por la Fundación del Festival. ¡Y que viva el Festival Vallenato en todo el mundo!  Sólo Eso.

Eduardo Santos Ortega Vergara

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