Un incendio de grandes proporciones se registró el mediodía de ayer en un extenso lote lleno de malezas contiguo al colegio ‘Ateneo el Rosario’ de Valledupar.
La conflagración se extendió hacia las viviendas vecinas causando averías en varias estructuras de concretos y árboles. Hasta un kiosko de palma de una de las casas fue consumido por las llamas.
Tres máquinas del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad, fueron desplazadas hacia el sitio de la conflagración con varios hombres, con el fin de controlar las llamas que alcanzaron una altura considerable y pusieron en riesgo la integridad física de los residentes en el barrio ‘San Joaquín’, al norte de Valledupar, donde sus habitantes vivieron momentos difíciles y el pánico se apoderó de ellos por la magnitud del fuego.
Luego de varios minutos, la unidad bomberil logró controlar las llamas en el sector donde las casas de las familias que residen cerca al lugar de los incendios, debieron ser evacuadas por temor a que se propagara el fuego.
El sector rural
En los últimos días, en el área rural de Valledupar se han presentado incendios, especialmente en los cerros que circundan la ciudad, donde se han quemado centenares de hectáreas de árboles, pasto seco, animales, fuentes de agua y todo lo que las llamas encuentran a su paso. La gran mayoría de estos incendios según el estudio y análisis entregado por las autoridades ambientales, han sido ocasionados por manos criminales.
El Cuerpo de Bomberos, Corpocesar, la Cruz Roja, la Policía nacional, el Ejército colombiano y demás organismos de socorro, han estado atentas para hacerle frente a los incendios forestales, que por ésta época de verano suelen presentarse por el accionar de las manos del hombre, unos para lograr sembrar productos de pancoger, otros para cazar animales del monte y otros por hacerle la maldad a la madre naturaleza.
El cerro que está contiguo a la urbanización Altos de Comfacesar, tiene siete días de estar ardiendo y las autoridades aunque han hecho hasta lo imposible para sofocarlo, las llamas aún siguen consumiendo los árboles y el pasto de ese sitio.