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¿Y los limpiavidrios?

La secretaria de Gobierno de Valledupar, Sandra Cujía, informó ayer que había retirado a los malabaristas que usaban machetes para mostrar su arte en pleno semáforo de la glorieta Mi pedazo de acordeón. Una buena noticia para todas las personas que se movilizan por esa vía y que habían dado a conocer su preocupación por la presencia de estas personas que muchas veces intimidan a los conductores mientras esperan el cambio de luz.

En ese mismo transitado punto, también se ubican los grupos de jóvenes, también procedentes del interior del país, que lanzan llamas y hacen escaleras humanas. Esta práctica que también se observa en otras ciudades del país, se ha acendrado en la capital del Cesar y ha generado temor entre los transeúntes porque estas personas son agresivas generalmente cuando no reciben dinero de parte de los conductores.

Esta acción que hace parte de la promoción de cultura ciudadana y de la estrategia para recuperar el espacio público, debe replicarse también de manera urgente a otros puntos semafóricos de la ciudad, donde se apostan los llamados limpiavidrios que tanto dolor de cabeza le genera no solo a los ciudadanos que van en carro, sino a los motociclistas porque son rociados con agua cada vez que la arrojan a los parabrisas de los vehículos.

En esta acción que hoy apoyamos, participaron miembros de la Policía Nacional, que serán los encargados además de hacerle seguimiento a este punto y otros donde también intervengan para que sigan con sus peligrosas prácticas. Solo así se puede garantizar que será una acción y no una reacción.

Estas personas, tal como lo comprobaron las autoridades, son de otras partes del país que llegan por temporadas a Valledupar, y deciden quedarse si no ven que hay una autoridad que ponga orden. No hay que dejar ese vacío. Ya la ciudad tiene numerosos indigentes y sumados a estos malabaristas y comerciantes de semáforos, se convierten en una bomba de tiempo. Nos unimos al llamado que hace el alcalde Augusto Uhía a la fuerza pública para que esté vigilante ante la ubicación de los denominados ‘limpiavidrios’ y malabaristas que generen problemas en los diferentes sectores y utilizan cualquier tipo de arma. En Barranquilla la semana anterior ocurrió un hecho lamentable, donde un grupo de limpiavidrios atacó al conductor de un automóvil porque les hizo señas para que no le limpiaran el vidrio. Su carro fue atacado con los elementos que usan y con piedras y gracias a la intervención oportuna de la ciudadanía y las autoridades no hubo lesiones graves contra el afectado. Que eso no pase en Valledupar.

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