Todos los males aquejan a la salud del Cesar y de Valledupar. Causalmente ayer se celebró el Día Mundial de la Salud, fecha en la que se conmemoró el 64 aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud – OMS- en Ginebra, concretamente el 7 de abril de 1948. Esta Organización mundial y sus asociados abordaron para este año, como tema bandera, el problema mundial de la hipertensión arterial, que aunque afecta a uno de cada tres adultos, sigue en gran medida oculto, pues mucha gente no sabe que tiene hipertensión porque no siempre produce síntomas. Las consecuencias son fatales: más de nueve millones de muertes anuales, entre las que se encuentran aproximadamente la mitad de las causadas por los ataques cardíacos y cerebrales.
Este tema de la hipertensión le cae como anillo al dedo a la salud del Cesar, que padece muchas enfermedades, especialmente de ‘alta’ tensión en el centro de salud más importante del departamento, como es el Hospital Rosario Pumarejo de López, que lleva meses en un limbo administrativo por una ‘pelea’ del poder que otorga la gerencia de esta institución. Han sumido al Hospital en una batalla jurídica y política, y a pesar de las voces que piden solución, en especial la comunidad, no se avizora un buen panorama. Concejales, diputados, Asociación de Usuarios, medios de comunicación, entre otros, han solicitado urgentemente arreglar esta situación. Finalmente, la solución está en manos del gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, quien ha podido hace días ponerle punto final al problema. ¿Gobernador hasta cuándo va a permitir esto? No deje para mañana, lo que puede hacer hoy, no permita que sigan muriendo más ancianos en la puerta del hospital, como ya ocurrió hace unos días.
Si por el Hospital Rosario Pumarejo de López llueve, por las EPS no escampa. La Personería Municipal de Valledupar tiene muy claro lo que ocurre en éstas, al igual que en las IPS, acompañando a los usuarios que son los afectados finalmente. Demandas, incidentes de desacatos, tutelas, están a la orden del día, y a pesar de que es un problema nacional que obedece a fallas del Sistema de Salud, las autoridades locales y departamentales deben meterse más en el ‘cuento’ y hacer gestiones para aliviar un poco los males que aquejan a la salud, así como los organismos de control que muchas veces parecen indiferentes a la situación.
Ante este panorama tan desolador, se debe retomar el camino de la salud preventiva, no curativa, cuando el mal ya ha avanzado. A las estrategias de promoción y prevención deben invertirle muchos recursos. El desgreño administrativo del Hospital Rosario Pumarejo de López se repite en los hospitales de los 25 municipios del Cesar, que no se escapan a los malos manejos, a los intereses políticos y a las crisis económicas. Los alcaldes del Cesar y el Gobernador del departamento deben actuar ya.
Por eso en el Cesar no hay nada que celebrar, cada día se aleja más de las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio –ODM- fijados por Naciones Unidas en el 2000, para cumplir en 15 años (el 2015 está cerca).