El pasado 25 de julio del año 2022, fue radicado un oficio en la oficina de recepción de la alcaldía de Valledupar dirigido, por el Consejo Municipal de Cultura, al señor Mello Castro González alcalde de Valledupar.
Se cursó copia del mismo a la señora Emma Carrascal, que para entonces participaba como encargada de la oficina de cultura de Valledupar; hay rumores que ya hay titular de esta oficina, estamos a la espera.
El oficio en mención tiene una finalidad importante, solicitarle al señor alcalde tenga en cuenta a los artistas de Valledupar en el proyecto de vivienda de interés social de Villa Bolivariana.
Piden los artistas que, de los recursos de la cultura, se destine un monto que pueda cubrir el valor que como cuota inicial deben asumir quienes aspiren a ser propietarios de estos apartamentos;
Otro tanto es que se les ayude en la tramitología y se haga expedito, dinámico y efectivo el concurso de estos grandes personajes del arte, que muchas veces son ignorados.
Esta sería una buena manera de beneficiar a los artistas que no gozan de la gracia de una vivienda, que deberán pagar, esta es la lógica del ejercicio, pero que al final será del artista y no tengan que perpetuarse a pagar un arriendo en algo que no es suyo.
Mil trescientos millones se ejecutaron en la convocatoria 2020, estímulos que beneficiaron a más de 500 artistas. La segunda convocatoria adjudicó 430 millones y de ese monto se benefició a dos escultores, artistas plásticos, con 100 millones a cada uno para dos obras, una que está expuesta en Patillal, el busto del maestro Escalona. ¿Alguien me puede dar razón de la otra?
También hay diez murales, como ganadores, de los cuales solo uno, el del gran artista Juan Carlos Ravelo resalta como un nuevo referente cultural turístico en Valledupar, se exhibe de forma mágica y bella en la calle 16 con carrera 9 en la entrada del hotel Sicarare. ¿Los otros nueves donde andan? ¿Estarán buscando paredes aún?
Hago referencia a esto, por cuanto muchas veces los recursos no encuentran asidero y el despilfarro es evidente; el tema de la cultura en Valledupar se maneja como una colcha de retazos.
Que los artistas pidan apoyo para acceder a una vivienda modesta y humilde pero propia, es un punto de partida esencial; importante para la dignidad de estos hombres y mujeres que le aportan al desarrollo y a la economía de Valledupar y no son tratados con respeto.
Que los administradores de turno, señor Mello Castro, Sol Liñán Pana, de Fonvisocial, le hagan eco a esta petición, sería una luz en medio de tanta oscuridad de incredulidad y de la corrupción que tanto se evidencia por ahí.
A doscientos artistas con techo, se le pueden invertir 1.200 millones de pesos; cifra accesible, que propiciaría un impacto social sin precedente en Valledupar y perpetuaría el nombre de un alcalde con sentimiento cultural vallenato.
Piénselo señor alcalde y preocúpese por trabajar en pro del Instituto Municipal de Cultura, como el deporte, la cultura necesita de doliente propio. El Consejo Municipal de Cultura de Valledupar se lo aconseja. Sólo Eso