Luego de ser liberado en el Catatumbo por el ELN, el exauxiliar de la Policía, Jhon Carlos Torres Rincón, natural de Aguachica, contó cómo fue su experiencia estando en cautiverio en un área rural de Norte de Santander.
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Además relató las circunstancias difíciles que vivió junto con su compañero Dayan Camilo Flórez Gómez, natural de Ocaña, con quien fue privado de la libertad el pasado 31 de marzo.
Sus liberaciones se produjeron por la intermediación de una comisión humanitaria integrada por el defensor regional del Pueblo de Norte de Santander, Diógenes Quintero, el personero de Teorama, Ever Pallares, el abogado Nelson Arévalo, director de Derechos Humanos y el apostólico de la Diócesis de Ocaña, monseñor Luis Gabriel Ramírez.
¿Cómo se siente estando nuevamente en sociedad?
Muy bien y bueno darle gracias a Dios que durante el secuestro estuvieron pendiente de nosotros. Hasta ellos (los secuestradores) que nos preguntaban que dijéramos lo que necesitábamos, pero todo salió bien gracias a Dios y ya estoy en casa que es lo realmente importante.
¿El ELN les comunicó por qué los secuestró?
Lo que nos dijeron fue que nuestra retención fue por circunstancias de la guerra; una sola vez nos dijeron que mi mamá había salido por televisión hablando de mí. Que no se comunicaban con la familia mía ni con la de mi compañero porque era riesgoso, decían que no nos preocupáramos que no nos pasaría nada, que había que ser pacientes porque todo a su tiempo.
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¿Qué pasó el día del secuestro?
Ese día nos veníamos para la casa del todo porque salimos del servicio militar y estas personas nos agarraron, nos bajaron del carro, diciéndonos que éramos retenidos de guerra del ELN, fue muy difícil. No supimos la zona en la que estábamos porque cuando se caminaba era con los ojos vendados, sé que caminamos mucho y subimos montañas pero no supimos la ruta. Decían que si intentábamos algo ya nosotros sabríamos la reacción.
¿Cómo eran los días en cautiverio?
Yo me echaba a dormir y como mantengo una cadenita que me regalaron el día de mi cumpleaños me la mantenía rezando todas las noches con mi compañero, aunque estábamos divididos. Nos levantaban como a la siete de la mañana para desayunar pero vivíamos con el temor de que nos fuera pasar algo aunque ellos decían que no nos preocupáramos. No comíamos casi pensando en la familia, nuestras mamás, con la que quisiéramos disfrutar ahora.
¿Cómo los trataron estando en secuestro?
Ellos se turnaban y nos cuidaban varios, llegaban era a vernos, nos daban la comida, decían que comiéramos pero no lo hacíamos mucho porque pensábamos era en nuestra familia, nuestras mamás porque sabemos que son las que sufren sin saber de nosotros. Buena alimentación siempre tuvimos de parte de ellos pero gracias a Dios ya pasó y quiero disfrutar con mi familia.
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¿Les avisaron que los iban a liberar?
Hasta ayer en la mañana (domingo) fue que nos enteramos que nos iban a liberar pero nunca tuvimos conocimiento de lo que estaba pasando afuera con lo del coronavirus. Hasta ayer fue que nos dimos cuenta que tenían a otra muchacha secuestrada y que fue liberada delante de nosotros.
¿Qué sintió una vez fueron liberados?
Cuando vimos la Cruz Roja, el arzobispo, la defensoría del pueblo, dije ya estamos en la libertad gracias a Dios. Lo que más pensaba era en mi mamá y mi familia, todos los seres queridos. De verdad que es muy difícil porque uno no duerme pero Dios ayudará a superar todo esto.