Ante la emergencia internacional por el brote de la variante I de la viruela símica o viruela del mono, el Instituto Nacional de Salud de Colombia ha emitido recomendaciones y medidas para la vigilancia y prevención a las secretarías y demás instituciones del sector salud.
Aunque esta cepa, diferente y de mayor transmisibilidad a la que llegó en el 2022 al país, no registra casos en el territorio nacional, desde la Secretaría Local de Salud del municipio de Valledupar indicaron que, en los últimos días, desde el área de Vigilancia Epidemiológica, han asistido capacitaciones virtuales junto con las IPS para abordar la detección temprana de casos y todo lo relacionado al comportamiento del virus.
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Además, para este 22 de agosto está programada una capacitación sobre el manejo clínico y el protocolo de vigilancia en salud pública del evento a todas las IPS y EPS, la cual será en el auditorio de la Universidad de Santander (UDES) y estará el médico infectólogo José Yesid Rodríguez.
EN EL CESAR
Por su parte, desde el área de Salud Pública de la Secretaría de Salud del Cesar indicaron que el personal de las clínicas y hospitales “tienen que saber hacer un diagnóstico diferencial de esta patología porque se pueden producir como otras enfermedades”, además, deben tener cuidado al momento de realizar muestras de sangre o tener contacto con viajeros, cuyo historial reciente debe ser conocido puesto que el brote está presente en África.
De acuerdo con información oficial, ambos tipos del virus tienen similar sintomatología, con una primera fase con fiebre, ganglios crecientes, dolor de cabeza, fatiga; seguida de una fase de brote en la que aparecen manchas, granos, vesículas, vesículas llenas de pus y costras en la piel, principalmente en la cara, manos y pies, pero la tipo I tiene una mayor transmisibilidad.
SÍNTOMAS Y TRANSMISIBILIDAD
La enfermedad provoca sarpullidos o erupciones en la piel. Entre los grupos de mayor riesgo están los hombres que tienen relaciones con otros hombres o las personas que cambian constantemente de parejas, dicen los expertos, por lo cual recomiendan el uso permanente de preservativos durante la actividad sexual, ya sea vía oral, anal o vaginal.
Además de las relaciones sexuales, la patología suele propagarse al tener contacto con ropa, sábanas o toallas, así como con lesiones en la piel (ampollas o costras) de una persona infectada.