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Virgen del Rosario, la verdadera leyenda vallenata

Por las calles de los barrios El Cerezo y La Garita, pasó la procesión de la Virgen del Rosario. Joaquín Ramírez/ EL PILÓN

Casi con media hora después de la prevista, inició la misa mayor en honor a la Virgen del Rosario, presidida por el obispo de la Diócesis de Valledupar, Monseñor Óscar José Vélez Isaza, debido a que hubo un retraso de la delegación que llegó de Bogotá, encabezada por el contralor General de la República, el vallenato Edgardo Maya Villazón y el contralor General de la Nación, Alejandro Ordóñez quien se declaró fiel devoto de esta Virgen.

Las instalaciones de la Catedral Nuestra Señora del Rosario quedó pequeña para albergar a los feligreses, que en su mayoría, vestidos de indios, les tocó escuchar la misa en las afueras del templo y el sacrificio del sol y el calor no eran nada, porque para ellos, la madre de Jesús es más importante y deben cumplirle con la manda por los favores recibidos. Luego de la misa, se continuó con la procesión que se hizo por los barrios El Cerezo y La Garita, en donde encontraron más de 20 altares, mientras que los indios, negros y españoles, además de las personas que le deben favores a la Virgen, le hacían sus honores.

Una de las molestias la mañana de ayer durante la misa mayor, es que no fue cerrada la carrera 7 entre calles 15 y 16, por lo tanto mientras que los devotos de la Virgen escuchaban en la calle la ceremonia, los vehículos pasaban por la vía, por tanto les tocaba hacerse un lado para no ser atropellados.
Ante esta incomodidad, el presidente de la Congregación Nuestra Señora del Rosario, Jesualdo Suárez Camarillo, indicó que desde más de un mes pasó la solicitud a las secretarías de Gobierno y Tránsito Municipal para que le colaboraran con el cierre de la vía, pero hasta ayer no había recibido respuesta alguna.

“Esta es una celebración que hacemos con nuestros propios recursos, gracias a Dios y a la Virgen con los aportes que hacen los miembros de la Congregación pudimos recoger para hacer esta fiesta, del resto no tenemos apoyo de nadie, de ninguna entidad gubernamental, el alcalde Fredys Socarrás está convencido que la Secretaría de Cultura nos aportó recursos, pero no fue así porque lo que nos dijeron era que buscáramos la plata prestada que después nos la daban”, explicó Suárez Camarillo.

Agregó que, “nosotros somos la leyenda, el festival es de acordeones, es algo aparte que lleva el nombre nuestro, por el aspecto económico que le dan al festival, opaca un poco a la leyenda porque nos ignoran, nos tienen apartados, la Fundación prefiere hacer un desfile de vehículos del Eje Cafetero antes de patrocinar o colaborarle a la verdadera leyenda que es la de la Virgen del Rosario, entonces tanto las entidades gubernamentales como la Fundación del Festival nos han ignorado constantemente”.

Puntos de vista

Sixto Ochoa Camarillo: Soy el segundo cacique desde hace 16 años, ser cacique lo heredé de mi tío, soy indio desde que tenía los seis meses de nacido y voy a cumplir 80 años, me metieron mis padres, soy heredero de cacique por parte de un tío que también lo era, esto es una herencia que viene de dinastía, del pueblo Camarillo.

Lesvia Zuleta: Hago parte de la Congregación de la Virgen del Rosario, me visto de india desde niña porque mi mamá me consagró a ella, me ofreció una manda y ahora quiero seguir con esta tradición le debo mucho a Dios y a la Virgen.

Víctor José Vega Carrillo: Cuando tenía un año y medio, tuve un problema en un oído, me metí un grano de café que se floreció, no daban para sacármelo, mi mamá le pidió a la Virgen del Rosario que me ayudara en eso y el grano salió solo, desde ese día me vistieron de indio y lo sigo haciendo.

Por Yelene Cuan Pertuz

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