En mi paso por el barrio Villa Fuentes, me topé con Nuris Villegas, una excelente estilista y esteticista que mientras me cortaba el cabello en el salón de belleza que tiene en la sala de su residencia, me hablaba de su vida.
Me contó que hace cinco años murió su esposo y desde su pérdida le tocó hacerse cargo de su casa y su único hijo, con el que vive y procura darle lo mejor. “Es difícil ser madre cabeza de hogar hoy en día, pero gracias a mi trabajo he logrado sacar adelante a mi familia, mi casa; es duro porque hay días malos y buenos, pero procuro llenar mi casa de mucho amor”, expresó Nuris.
Esta mujer estudió hace diez años en la academia Sandra, donde aprendió todo lo relacionado con la belleza y después logró hacer un curso en la escuela de Eloisa Tamayo, donde cursó Cosmetología.
“En el mundo de la belleza hay mucha competencia por eso cada día procuro de hace reinventarme, gracias a la Fundación de la Mujer estoy haciendo un curso de bisutería, diseño collares y pulseras y también recibo dinero por ese lado”, contó.
Gracias al gran esfuerzo de Nuris, su hijo Jaime cursa décimo semestre de Derecho en la Universidad Popular del Cesar y asegura que jamás les ha faltado nada, “solo es cuestión de fe y trabajar duro”, confesó.