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Vigilancia, baterías sanitarias y personal de limpieza, falencias en algunas instituciones educativas del Cesar

Algunas instituciones tienen pupitres de vieja data. /FOTO: JOAQUÍN RAMÍREZ.

Hace una semana se reportó el robo de 65 computadoras en la institución educativa Nelson Mandela, ubicada en la urbanización Nando Marín de Valledupar, infortunio que habría sucedido por falta de vigilancia en el centro académico.

Luego de ese suceso,  EL PILÓN conoció que hay más instituciones del departamento del Cesar que no cuentan con el servicio de vigía que otorga el gobierno, así como tampoco con otros recursos indispensables para el normal regreso a clases que será el próximo 31 de enero, fecha asignada por el Ministerio de Educación Nacional, MEN. 

Por casos como el hurto de los equipos de cómputo en el mencionado megacolegio, los cuales eran los únicos que había para la educación de los estudiantes de primaria y secundaria, otras instituciones han manifestado su preocupación ya que los elementos que reposan en los diferentes salones no están siendo protegidos, tal como lo aseguró Hermán Vergel, rector de la institución educativa Magola Hernández Pardo, del municipio de Pueblo Bello: “Estamos en condiciones deprimentes, no estamos listos para volver a clases como lo asegura la ministra de Educación, porque no tenemos vigilantes ni aseadoras”. 

No obstante, este centro educativo requiere  alrededor de 500 pupitres para brindarles un escenario de alta calidad a los más de 1.000 estudiantes que allí reciben sus clases, por lo cual notificaron a la Alcaldía de Pueblo Bello y a la Secretaría de Educación sobre la situación para que den una “respuesta inmediata, no tardía, porque hay sillas que tienen más de 20 años y ya no cumplen con los estándares, eso puede generarle problemas a los muchachos”, aseguró el rector.  

Respecto a las baterías sanitarias que les faltan para la secundaria, el directivo afirmó que serán entregadas en la misma semana que inician las clases presenciales los niños, niñas y jóvenes de la institución pueblobellana, sin embargo aún no les ha llegado la dotación de bioseguridad que recibían, lo cual indica que los recursos de los fondos para servicios en los colegios oficiales llega tarde en muchos casos.

 Colegio Magola Hernández Pardo, en Pueblo Bello.   /FOTO: CORTESÍA.

EN SAN ALBERTO

Desde la institución educativa de carácter oficial San Alberto Magno, la cual funciona desde 1975 en el municipio que lleva el mismo nombre, el rector José Rolón, dijo que a pocos días para volver a clases se ven disminuidos por los problemas. “El colegio no tiene celadores y es una gran preocupación porque tenemos muchos equipos importantes allí que se pueden perder; pasamos todos los días pero de noche no podemos estar de vigilantes ni tampoco hacer esa contratación porque está prohibido”, manifestó. 

El directivo aseveró que para las cuatro sedes que componen el centro educativo solo les destinaron tres aseadoras, las cuales no alcanzan a cubrir todos los espacios de los recintos, sobre todo en tiempos de coronavirus y de retorno a clases de manera presencial, donde habrá que extremar las medidas de limpieza y bioseguridad. 

El colegio de San Alberto Magno se ubicó como la mejor institución pública del departamento dentro de la jurisdicción de la Secretaría de Educación departamental.

POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.

Andrea Guerra Peña: