Por Jaime Palmera
En Madrid, España, se llevó a cabo “Piensa Madrid 6.Urbanizando la vejez”, la sexta edición de los encuentros organizados por la plataforma Piensa Madrid. El sugestivo título de la reunión me llevo inmediatamente a pensar en la manera en que se relacionan los ancianos con Valledupar.
Del artículo que leí al respecto copio: “La vejez es nuestro futuro, el del mundo, el de Europa y el de Madrid. En los próximos cuarenta años se triplicará la población mundial de personas mayores. Sin embargo en una ciudad como Madrid los mayores y las personas vinculadas a ellos siguen teniendo una participación desfavorable en las economías, el espacio, las culturas, las infraestructuras y las políticas de la ciudad.”
Haciendo propias esas palabras, para nuestra ciudad debemos buscar iniciativas que respondan a estas inquietudes.
Hoy en día Valledupar no es una ciudad amable para los ancianos porque su infraestructura no está pensada para servirlos, ni hay políticas de espacios públicos o culturales dirigidas a ellos, como tampoco existen políticas económicas que los protejan y beneficien y menos aun que les permitan integrarse generacionalmente.
Nuestros dirigentes de hoy en día son jóvenes, tienen al menos media vida por vivir. Yo los recomiendo que vayan pensando y legislando en el Valledupar que vivirán cuando lleguen a su propia vejez. Una ciudad que, en cambio de rechazarlos por lo que ellos hoy no hagan, los acoja con la amabilidad que merecemos los que ya pasamos de los 65 años cumplidos y que nos sentimos en capacidad de cualquier cosa, al igual que ellos.
La reunión de Madrid da algunas ideas: “La gestión de las diferentes crisis que afectan al mundo, las políticas de promoción de la clase creativa y la sobrevaloración de la juventud, la estigmatización social de la ancianidad, la pérdida de poder adquisitivo asociada a la jubilación y la falta de representatividad política de los colectivos de mayores mantienen a un importante y creciente sector de la población en una situación de desatención que se traduce en mermas de calidad de vida y de acceso a la equidad individual y colectiva.
Iniciativas para promover la permanencia en sus viviendas de los mayores, para generar encuentro entre gente de edades diferentes, nuevos modelos de residencias autosugestionadas, alternativas a la cultura de la clase creativa y su asociación automática con juventud, la participación de los mayores en las redes de interacción etc. serán temas tratados en esta sesión rápida y maratoniana.”
Criticamos a quienes legislan en nombre propio pero en este caso deberemos apoyarlos.