Indignado quedó un lector de EL PILÓN cuando observó a un grupo de personas que desechaban el agua embotellada que sacaban de grandes paquetes del producto. Las personas al parecer trabajan con una empresa distribuidora de agua ubicada en el Parque Industrial de la ciudad Valledupar.
El ciudadana que suministró el vídeo, dijo que grabó desde su teléfono móvil a los empleados de la distribuidora Méico, sede Valledupar, justo cuando estaban regando el agua de las botellas de la marca Clara de la Sierra, que distribuyen en la capital del Cesar.
Lo cuestionable es que a pesar de la escasez de agua en el Cesar y La Guajira, la empresa distribuidora decidió botar el preciado líquido a las afueras de una bodega ubicada en el multiparque, situado a pocos metros del aeropuerto de Valledupar.
En las imágenes que suministraron a EL PILÓN, se observan a los hombres destruyendo las botellas de agua y regando su contenido en la vía.
Este medio se comunicó con la proveedora de Méico en Valledupar, Rocío Verter, quien hizo el enlace con otra empleada de la empresa llamada Viviana, quien fue la encargada de explicar lo sucedido con las botellas de agua desperdiciadas.
En la comunicación vía telefónica, las mujeres explicaron que tuvieron un inconveniente de sanidad del producto, debido a que estaba próximo en vencer. “Tuvimos que hacer presencia con el proveedor, quienes en el inventario observaron una diferencia del producto que se encontraba en el almacén”.
Añadió además que las botellas de agua fueron enviadas al laboratorio, desde donde dieron las orden de destruirlas, “lastimosamente el producto tiene un problema de calidad y el laboratorio emitió la orden de que fueran destruidas debido a que no son aptas para el consumo humano ni animal”.
Los proveedores de Valledupar no saben a ciencia cierta cuántas botellas fueron destruidas, pero afirmaron que lo hicieron a su debido tiempo porque el producto presentaba problemas de calidad y no era bueno donarlas ni regalarlas.
¿Hubo derroche y contaminación?
EL PILÓN consultó a la ingeniera ambiental Marta Almeira, quien explicó que el agua embotellada pudo tener bacterias patógenas que no son aptas para el consumo humano y animal, pero si pueden ser beneficiosas para las plantas.
Hernan Maestre, especialista en Gestión Ambiental, nos dijo que es cierto que al agua en botella se le debe realizar un análisis exhaustivo físico- químico para determinar su PH.
Al conocer el caso, el especialista dijo que el agua desperdiciada se pudo haber utilizado en las plantas, árboles y gramas conociendo la escasez en la que vive el departamento con el Fenómeno del Niño. También añadió que las botellas plásticas se pudieron haber reciclado. “ El plástico es un contaminante muy fuerte y su mayoría van hacia las fuentes hídricas, causando contaminación en el tierra”.