Víctimas del conflicto armado de los municipios de Curumaní, Chimichagua, Chiriguaná, Pelaya, Tamalameque y Aguachica, en su mayoría campesinos dedicados a cultivos de pancoger, fueron beneficiados con cartas de indemnizaciones por parte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, territorial Cesar-Guajira, por haber sufridos los embates de la violencia, desplazamiento forzado, desapariciones y homicidos.
De acuerdo con el director de la Unidad, Víctor Hugo Mosquera, las indemnizaciones fueron otorgadas a 34 víctimas como obligación del Estado colombiano de resarcir los daños que les generó un conflicto del que no hacían parte.
“Por concepto de las reparaciones individuales, la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas en el Cesar hizo entrega de cartas por más de $260 millones, posterior a unas charlas sobre inversión adecuada de los recursos”, dijo el funcionario.