Después de un año de recuperar su tierra, Edilsa Camarillo aprovechó al máximo un proyecto productivo de cacao, que desarrolla en 20 hectáreas de su predio, ubicado en el corregimiento de Azúcar Buena, zona rural de Valledupar. Esta iniciativa fue posible gracias al apoyo de la Unidad de Restitución de Tierras, URT, entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Ella se convirtió en una empresaria proveedora de la Compañía Nacional de Chocolates. “Que felicidad que, gracias al trabajo de toda la familia, tenemos funcionando nuestra finca. Por eso, en honor a mi esposo (fallecido) estamos trabajando fuertemente para sacarla adelante”, afirmó.
La empresa está comprando el kilo de cacao premium por $6.800; en los últimos cinco meses, la familia ha comercializado 4.500 kilos. Asimismo, vende en promedio 5.000 guineos mensuales, por un valor de $100 la unidad en el mercado de Valledupar.
“La puesta en marcha del proyecto productivo ha permitido una verdadera reparación y el restablecimiento de los derechos de esta familia, que fue desplazada como consecuencia de la violencia”, aseguró el director encargado de la Unidad de Restitución de Tierras en Cesar y La Guajira, Jorge Enrique Chaves.
EL CASO
Edilsa es una mujer que, a pesar de su avanzada edad, debió trabajar para sacar adelante a sus hijos. En el año 2003, hombres de las Autodefensas ocasionaron el desplazamiento forzado de muchas familias de la zona, entre las que está ella. David Hernández Rojas, alias 39, fue el causante de este y otros desplazamientos en la región; además, se convirtió en el paramilitar más temido de la región.
El Tribunal Superior de Cartagena fue el encargado de notificarle a los Camarrillo que volverían a su parcela, gracias al trabajo de la URT.