El viceministro de Agricultura, Juan Gonzalo Botero, se reunió de manera virtual con algunos representantes de la Asociación de Marañoneros del Caribe, Asomarcar, directivos de Agrosavia y del sector de la ganadería del Cesar, con el propósito de agilizar el proceso de registro de los clones de marañón necesarios para iniciar un proyecto que contempla la siembra de 4.000 hectáreas de este fruto seco en un lapso de ocho años.
De acuerdo con Arístides López Cuello, presidente del Comité Intergremial del Cesar, el viceministro se comprometió a adelantar la gestión ante el Instituto Agropecuario, ICA, para que la entidad agilice el trámite del clon Corpoica Mapiria y su posterior aprobación para que puedan comprarlos, hacer los injertos en los viveros y luego sembrarlos.
La siembra la llevarían a cabo 102 agricultores de la asociación que están distribuidos en los departamentos del Cesar, La Guajira, Atlántico, Magdalena, Córdoba y Sucre. López señaló que el delegado del Ministerio de Agricultura presentó interés en el cultivo por sus beneficios y bondades al ser una planta con una alta resistencia a la sequía y un cultivo económico en inversión. Como también, por los múltiples usos la fruta y pseudofruto para elaborar conservas de dulces, mermeladas, gelatinas, entre otros.
“Se le solicitó al viceministro el fortalecimiento presupuestal de los Centros de Investigación Motilonia y Caribia de Agrosavia, con el propósito de que se puedan desarrollar más investigaciones sobre el marañón, jardines clonales y demás apoyos para que este tipo de cultivo sea potencializado en la región”, manifestó López.
Los miembros de Asomarcar también solicitaron que considerara la posibilidad de establecer una línea de crédito para el proyecto del marañón por los requerimientos económicos del cultivo y su producción. Dicha propuesta quedó sobre la mesa y el viceministro se comprometió a estudiarla para brindarle un apoyo monetario a los agricultores.
LA INVERSIÓN
En la reunión, Arístides López Cuello, presidente del Comité Intergremial del Cesar, hizo una presentación global de los costos del cultivo y del tiempo en el que se recuperaría la inversión inicial, la cual para los tres primeros años ronda entre los $10 y $12 millones.
El 25 % de ese rubro se recuperaría en el cuarto año porque los árboles empiezan a producir sus frutos a partir del tercer año. Luego, el 75 % restante se recuperaría en el quinto año, teniendo en cuenta los ingresos del proyecto con la venta de la nuez y del pseudofruto, según estimaciones de los agricultores.
Esos serían los tiempos para recuperar la inversión si se utiliza material clonado, con el criollo se tardarían más años en recuperar la inversión porque la producción es menor.
Otro punto que abordaron los asociados fue la necesidad de establecer un convenio con la Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria, Embrapa, para que se pueda dar un intercambio tecnológico que beneficie el desarrollo de los cultivos de marañón en la región, debido a que Brasil tiene sembradas aproximadamente 800.000 hectáreas de esta planta, y además transporta el pseudofruto.
EL MARAÑÓN ES ALIADO DE OTROS SECTORES
En la reunión también estuvo presente el experto en cultivos de marañón del Centro de Investigación Caribia de Agrosavia, César Baquero, quien puntualizó que dentro de los cultivos de marañón también se pueden sembrar maíz, fríjol, yuca y ahuyama. Agregó que el cultivo a partir del tercer o cuarto año también puede ser utilizado como pastoreo para el ganado bovino. En ese sentido, las hectáreas de marañón pueden servir como sistemas silvopastoriles, dando a entender que el cultivo también puede desarrollarse con la explotación sostenible del sector pecuario.
Namieh Baute Barrios / EL PILÓN